La jornada
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esposas y escoltado por policías, el religioso Johnatan C. rindió su versión de forma reservada, ante la Fiscalía.
Las diligencias se cumplieron ayer, en las dependencias de la Fiscalía, en el centro norte de Quito, y en una verdadera carrera contrarreloj antes que se cumplan las 24:00 de detención que permite la Ley.
Para la toma de versión se prohibió el ingreso de los familiares de Campoverde, que permanecieron en la planta baja del edificio, en compañía de representantes de Inredh, la organización de Derechos Humanos que les ha acompañado y asesorado. le presentó cargos por el presunto delito de secuestro extorsivo.
La fiscal de Violencia de Género de Pichincha Mayra Soria ve serios indicios de la participación del religioso en este delito, debido a que en las investigaciones se llegó a establecer de manera técnica evidencias relevantes y se desmintió la coartada que él presentó.
Esto, puntualizó Soria, porque el peritaje realizado con la ayuda de operadoras de telefonía celular concluyó que el chip extraído del teléfono de Campoverde se encontró en un teléfono en poder del pastor.
Además, se verificó una alteración del sistema de ingreso y salida, mediante tarjetas magnéticas, en la institución donde el pastor dijo que “pasó todo el día”, cuando desapareció Campoverde.
Soria aclaró que, ya que no existe el tipo penal de desaparición, el religioso será investigado por secuestro extorsivo.
En las investigaciones se ha logrado establecer, también, mediante un peritaje informático, que el último mensaje en la cuenta de Facebook de Juliana se habría publicado tres días después de su desaparición desde el computador del mencionado pastor evangélico.
La madre de Campoverde, Elizabeth Rodríguez, se confesó tranquila y dijo que quiere tener fuerzas para no decaer en su lucha, que empezó hace 2.249 días.
Reacciones legales
Sin la posibilidad de brindar detalles, dado que el caso se encontraba en indagación previa, la abogada de la familia, Beatriz Rodríguez, se declaró optimista de que se aceleren las investigaciones. Campoverde despareció el 7 de julio de 2012, cuando tenía 19 años. Aquella mañana se despidió con un abrazo y beso de su madre, Elizabeth Rodríguez, para caminar a pie unas seis cuadras en dirección a su propia tienda naturista en el sur de Quito. Nunca llegó.
De su lado, el abogado del procesado, Cristian Zambrano, sugirió que la Fiscalía ha buscado todo este tiempo que su defendido se auto incrimine. “No creemos en la veracidad de la supuesta evidencia del peritaje informático. Lo que buscaban era un chivo expiatorio y es lo que ahora tienen”. 80