Eje multimodal y puerto, una visión continental
En la historia de la vía a San Lorenzo y nuestras aspiraciones regionales de llegar a contar con un Puerto, varias cosas dejaron de suceder, hay que reconocerlo: en la zona de influencia de la carretera y la vía férrea no se produjo una trasformación importante pues las tierras colonizadas han pasado de ser en su mayoría, hasta hoy, fincas ganaderas ineficientes de tipo extensivo pues no se promovió un plan de desarrollo integral que logre obtener una producción diversa susceptible de exportación; Ibarra y las ciudades de la región norte tampoco apuntaron a los productos para exportar por vía marítima; la explotación del bosque primario y la deforestación nunca debió constituir una expectativa, es más, jamás se ha reforestado con especies maderables comerciales que hubiese sido un rubro importante de exportación; a pesar de la riqueza de todas estas tierras, el Estado nacional y local simplemente abandonó a la zona fronteriza colombo ecuatoriana y a San Lorenzo.
Este breve análisis sería válido si es que el Puerto de San Lorenzo hubiese estado destinado solamente a la salida de productos de la región norte. Es por eso que la aspiración de Quito a través de la fundación de Ibarra, y la dura pelea de los norteños de tener una salida al mar por ser la vía más eficiente para conectarse con Panamá por San Lorenzo, con el pasar del tiempo se quedó corta. Nuestros abuelos ya cumplieron con lo suyo: lograron construir a pico y pala el Ferrocarril Quito-Ibarra-San Lorenzo cuya obra culminó en 1957.
Todo esto explica la renovada motivación de los Ibarreños visionarios de la segunda mitad del siglo 20, cuando se lanzan a promover relaciones de gobierno a gobierno con Brasil, se realizan estudios y llegan a determinar que un Eje Multimodal (carretera-ferrocarril- fluvial) que conecte los dos océanos desde San Lorenzo hasta Manaos, sería una gran solución continental y la más eficiente de todas las opciones. Así, Brasil creó la Zona Franca en Manaos, y llegó a convenir con el gobierno ecuatoriano para hacerse cargo de la construcción de algo similar en San Lorenzo, esta era la visión superior de muchos ciudadanos, abanderados por el Ing. Miguel Angel Madera. Un eje que convertiría a Ibarra en un “puerto seco” de interconexión horizontal y vertical, logísticamente conveniente para el sur de Colombia. Todo eso nos invita a que en esta época la zona norte abandone el localismo y el populismo para que, estirando cuello y mirando lejos, luchemos por una integración continental, dejando de ser la trastienda de la capital. Las inversiones y el empleo no demorarían en llegar.