Las denuncias por cobros irregulares en la Asamblea no cesan
Una asesora llegó a darle a un asambleísta 35.000 dólares antes de ser despedida.
En mayo de 2013, Elizabeth Guachilema Moreta comenzó a trabajar con el asambleísta Raúl Auquilla (CREO), con el cargo de asesor 2. Luego de 18 meses, en noviembre de 2014, fue removida de su cargo por Auquilla. Pero, durante todo ese tiempo ella era obligada a entregarle mensualmente 1.000 dólares de su salario para mantener a una persona que supuestamente iba a ocupar el cargo de asesor 1, pero que nunca llegó.
“El asambleísta me dijo que esta persona tenía una discapacidad, nunca especificó cuál, y me pidió que de mi salario sacara 1.000 dólares porque con lo que ganaría el asesor 1, no le alcanzaría para cubrir sus gastos. Pero luego me di cuenta de que nunca ve- nía a la Asamblea y nadie, más allá del señor Auquilla, sabía quién era”, asegura Guachilema, quien lleva más de 15 años trabajando en el Legislativo.
“No sólo eso. El ingeniero Raúl también me pedía que le pagara las idas al autolavado de su coche, sus medicinas para la diabetes y hasta un perfume que le regaló a su esposa”, agrega la funcionaria, que actualmente trabaja para la asambleísta Jeannine Cruz (CREO). Además, antes de que a Guachilema le ofrecieran el cargo de asesor 2 en 2013, Auquilla le pidió prestados 6.000 dólares porque “acababa de salir de una campaña y necesitaba el dinero para cubrir algunos gastos políticos”. “Se los presté porque confiaba en él. Luego quedé muy decepcionada”.
Pagos y ‘préstamos’
Al dejar de trabajar con el asambleísta, recurrió a un abogado, quien negoció con Auquilla para que le devolviera todo el dinero. “Entre los pagos que di por 18 meses, más los 6.000 que le presté y otros gastos, sumaron 35.000 dólares. Mi abogado habló con él y le dijo que su proceder había sido incorrecto y que, si no pagaba, iría a tribunales”.
“Entre mayo y julio de 2015 él me pagó en tres transferencias: dos de 10.000 y una de 15.000. Pero, así me haya cancelado, el asambleísta incurrió en un acto de corrupción y no me molesta denunciarlo”, aseguró Guachilema.
Consultado por La Hora, Auquilla contestó que todos los montos que le solicitó a Guachilema fueron parte de “préstamos” y que fueron cancelados. “Nosotros llegamos a un convenio de pago y yo le pagué todo. Es así de sencillo. Es más, cuando terminé mi primer período como asambleísta, la Contraloría auditó mis cuentas y yo estipulé esto”, aseguró Auquilla, quien confirmó que pagó los 35.000 dólares.