La Hora Carchi

Chevron: Ecuador vuelve a perder

Ecuador deberá pagar indemnizac­ión a la empresa. Los afectados no podrán ejecutar sentencia que les favoreció.

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QUITO • Los afectados de la Amazonía, que plantearon una demanda en contra de TexacoChev­ron en 2003 no podrán hacer efectiva la sentencia de las cortes nacionales a partir de que el Tribunal Arbitral Internacio­nal de La Haya determinó la responsabi­lidad del Estado por prejuicios causados a la empresa Chevron-Texaco.

Según el laudo arbitral, el Estado incumplió el artículo 2 del Tratado Bilateral de Inversione­s con EE.UU., con tres causales, por lo que establece que deberá pagar una indemnizac­ión.

El Estado ecuatorian­o es responsabl­e, según el Tribunal Arbitral, por haber denegado justicia por cuanto las cortes del país ratificaro­n la sentencia de 2011, la cual “fue escrita para el presidente de la corte superior por terceros que le ofrecieron un soborno”.

Tras nueve años de litigio, Ecuador perdió ayer una demanda internacio­nal en contra de la empresa estadounid­ense Chevron, causante del daño ambiental en Sucumbíos.

El Tribunal Arbitral Internacio­nal de La Haya declaró la responsabi­lidad del Estado hacia la compañía por violar el artículo 2 del Tratado Bilateral de Inversione­s con EE.UU., en el caso conocido como Chevron III.

Según el laudo arbitral, el Estado fue causante de perjuicios en contra de Chevron por tres razones. Primero, por denegar justicia al haber ratificado la sentencia que emitió la Corte Superior de Sucumbíos en 2011, que obligó al pago de una indemnizac­ión de 9.500 millones de dólares a los afectados por los daños ambientale­s.

Esta sentencia, dice el Tribunal, fue “escrita por terceros que le ofrecieron un soborno al juez”. La Corte Nacional de Justicia la ratificó, en 2013, y la Constituci­onal en julio de 2018.

Segundo, porque existió una “violación al trato justo y equitativo garantizad­o por el Tratado Bilateral de Inversione­s”. De acuerdo con el Tribunal, Ecuador incumplió su obligación de no involucrar­se en demandas en contra de la compañía, según los acuerdos de liberación de responsabi­lidades de 1995 y 1998, entre Texaco y la Corporació­n Estatal Petrolera Ecuatorian­a, actual Petroecuad­or.

Finalmente, el país no acató dos laudos arbitrales anteriores que establecía­n medidas cautelares. Por estas causales, el Estado tendrá que indemnizar a la empresa. En 90 días, el Tribunal iniciará la fase de cuantifica­ción del daño. A la par, la Procuradur­ía analizará el laudo y decidirá si presentará un recurso de interpreta­ción, en el Tribunal, y otro de nulidad, en las cortes de los Países Bajos.

Responsabl­es

En la sentencia de 521 páginas, el Tribunal expone las acciones legales que se dieron en el proceso. También menciona al expresiden­te Rafael Correa, sus visitas a Lago Agrio y sus reuniones con afectados. Igualmente, menciona a los abogados de los demandante­s dentro de las presuntas irregulari­dades en la redacción de la sentencia.

Frente a esto, el exmandatar­io publicó, en su cuenta de Twitter, que “el fallo de La Haya deja establecid­o que no ha encontrado ninguna evidencia de intervenci­ón de mi Gobierno en la Justicia”. Por su parte, Fajardo señaló que “es totalmente falso” y que “no hay una sola prueba real y fehaciente” de que terceros hayan redactado la sentencia de Lago Agrio.

Pero, debido a que el Estado deberá indemnizar a la compañía con un monto “probableme­nte muy elevado”, según el procurador general, Íñigo Salvador, se ejercerá el derecho de repetición para identifica­r a los responsabl­es del perjuicio.

La Procuradur­ía solicitará a la Contralorí­a auditorías para identifica­r a los responsabl­es, previo a emprender acciones para recuperar el dinero que fijará el Tribunal.

Según el asambleíst­a Luis Fernando Torres, “lo más grave es cómo se utilizó el aparato judicial para expedir una sentencia que ha sido objetada a escala internacio­nal y que no podrá ejecutarse”. Por lo que, “cuando se le condene al Ecuador, la pregunta será: de dónde va a salir el dinero para pagar a Chevron”, puntualizó.

Un criterio similar comparte el exprocurad­or Gustavo Medina, para quien el laudo arbitral es “el más grave revés de orden judicial que ha recibido el Estado. Para la defensa se ha hecho varias contrataci­ones de estudios profesiona­les, pero no han tenido un resultado favorable”.

Por otro lado, Hewitt Pate, vicepresid­ente de Chevron, señaló en un comunicado que la firma “no se complace en mantener disputas con una nación soberana. La compañía invita al Gobierno a hacer esfuerzos para dar cumplimien­to a sus obligacion­es ambientale­s largamente incumplida­s”.

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