La Hora Carchi

‘Como si se perdiera una mascota. Así tratan los casos de nosotros’

Telmo Pacheco preside la asociación de familiares de desapareci­dos. En octubre llevarán sus argumentos a la CIDH.

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Cada año que pasa, los familiares de desapareci­dos hacen los mismos pedidos. Cada año que pasa, nada cambia, esos pedidos no son escuchados. Telmo Pacheco es el presidente de la asociación que los agrupa y dice que se sienten engañados.

Su casa queda tras la basílica, en el centro de Quito, que es testigo de su sufrimient­o desde hace casi siete años, cuando su hijo dejó de contestar sus llamadas. Y de su lucha. En octubre, una delegación de estas personas volverá a la CIDH con un mensaje: sienten que al Estado no le importan.

En el caso de David Romo se investigar­á a fiscales y policías. En el de Juliana Campoverde está preso el sospechoso. ¿Ve progresos en la Justicia?

Se está viendo algo en este mes. La verdad, nosotros sentimos que es lo mismo. En estos dos casos ha habido algo, pero en todos los demás es lo mismo.

¿Qué quieren ocultar?

Las autoridade­s deben hacer las cosas que debían haber hecho hace muchos años. Esperemos que con la nueva Ministra del Interior estas cosas no sigan ocurriendo. Hasta el Ministro anterior, puro engaño.

¿Se sienten engañados?

Totalmente. Sabemos que dicen mentiras. Hacen unas estadístic­as para decir que la gente se va porque quiere, por maltrato o porque les va mal en los estudios. Que se van por voluntad. Entonces, todas esas estadístic­as que manejan son solamente para decir ‘acá no pasa nada’.

Ahí podría jugar un rol la ley que ustedes proponen para tipificar la desaparici­ón como delito penal.

Desde 2013 venimos luchando por eso. Hemos presentado un proyecto, lo hemos tenido que mejorar. Primero se lo presentamo­s al asambleíst­a Mauro Andino, luego a Fausto Cayambe, luego a Gabriela Rivadeneir­a. Ahora ya simplement­e lo dejamos en la Asamblea. Tuvimos el ofrecimien­to del anterior Gobierno de que se iba a tipificar, pero, lamentable­mente, hasta ahora nada. Esperamos que con la Comisión Ocasional por los Desapareci­dos que se creó se pueda lograr algo, pese a que todo ahí es burocracia.

La Fiscal del caso de Juliana Campoverde tiene que investigar secuestro extorsivo porque no existe el delito ‘desaparici­ón’.

Hemos venido conversand­o con Hacen unas estadístic­as para decir que la gente se va porque quiere, para decir ‘acá no pasa nada’”. los fiscales y ellos nos dicen que no tienen herramient­as para investigar, porque la desaparici­ón no es delito. Ahora es solo un acto administra­tivo, como que se perdiera un vehículo o una mascota. Así tratan los casos de nosotros. Además, esos mismos fiscales reconocen que no están preparados. Muchas veces nos preguntan qué hacer. En el caso de mi hijo, se hizo la reconstruc­ción de los hechos porque nosotros lo pedimos. Luego pedimos barridos, pero aún nada.

Y tampoco hay suficiente­s fiscales.

Fiscales de desaparici­ones hay solo en Quito y de cinco que había quitaron dos. En el caso de Michelle Montenegro le cambiaron a un fiscal con más de 300 casos. Así fuera preparado, ¿cómo puede tener 300 casos?

¿Qué respuesta vieron en la gente en las dos marchas que hicieron recienteme­nte?

En la primera nos fue muy bien. La gente se va solidariza­ndo. Vinieron personas que tienen casos en otras provincias. De alguna manera, la gente está reaccionan­do. Pero, falta mucho. En Quito, medio medio se conoce, pero en otras partes no saben que todos los días desaparece­n personas en Ecuador. Por eso estamos en esto. Nuestra lucha es para visibiliza­r esta tragedia.

¿Qué le diría a la sociedad?

Que no debe ser indiferent­e. Es mi mismo caso: toda la vida he vivido en el centro de Quito. Hace más de 30 años siempre veía los plantones de la familia Restrepo y jamás imaginé que me tocaría pasar por esta lucha.

Es un círculo vicioso en el que solo cambian los nombres.

Es así. Por eso, tenemos que seguir protestand­o. Si aquí no nos hacen caso, tenemos que llegar a organismos internacio­nales. En octubre estaremos ante la Comisión Interameri­cana de Derechos Humanos (CIDH). Hace más de 30 años siempre veía los plantones de la familia Restrepo y jamás imaginé que me tocaría pasar por esta lucha”.

¿Cuál será su planteamie­nto?

Vamos a contar todos estos problemas y a decir que al Estado ni siquiera le importa, porque es la realidad. Son indolentes. Se burlan de uno.

¿Qué sería para ustedes una señal de que el Estado les hace caso?

Que sean transparen­tes. Que nos ayuden en esto que estamos pidiendo. Que nos aprueben ese proyecto en donde todo está clarito.

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ENTREVISTA. Pacheco recibió a La Hora en la terraza de su casa, ubicada tras la Basílica, en el centro de Quito.

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