Margarita Guevara, vigor del arte oriental
Margarita Guevara es una pintora otavaleña, con ondulaciones parejas a las que dan las espigas del trigo, de pelo corto que legitima su personalidad, de palabra que alardea travesuras infantiles y hallazgos existencialistas compilados en la vida.
Si Margarita tuviera ojos rasgados, imaginaríamos una mujer de estirpe china, y no sería exageración, ella habla esa lengua, conoce costumbres, historias de dinastías de esa civilización, sin embargo, su matiz del español con acento otavaleño, persuade que en su interior señorea El Batan, barrio donde capitaneó juegos con coches de madera que le dejaron magulladuras y ropas en girones.
La artista departe su paso por el colegio República del Ecuador, los gustos por las canciones de Favio y Palito Ortega, el ingreso a la Facultad de Medicina y su retiro para ocuparse en la administración bancaria en Quito. Confiesa que nunca le inquietó el dibujo o los ejercicios que conllevan al arte, le atraían el secretariado bilingüe y la mecanografía.
La búsqueda por definir su vida descubre su inclinación, fueron sus dibujos los que le encauzaron a talleres, galerías, y asistir a una escuela de arte. Frecuentó La Alianza Francesa, y divisó la decoración de interiores, se hizo necesidad la teoría y práctica del dibujo y la pintura. Se imbuyó entonces con los maestros Nelson Román y Pilar Bustos.
Estudió en la Universidad San Francisco, el mundo fue otro con la Historia del Arte, Arte Colonial, Arte Contemporáneo y la fotografía. En esta época conoce a artistas franceses, trabaja intensamente el óleo y acrílico. Viajó a Alemania participando en un concurso organizado por Naciones Unidas, trata artistas de Malasia, China, Uganda. Visitó Colonia y Paris.
En tanto estudió en la San Francisco expuso en la Casa de la Cultura, su obra tuvo como soporte la seda. Optó una beca en la República Popular de China, decisión que le trajo severas complicaciones, afrontó las trabas del idioma, costumbres y otros ahogos en tierra distante. En el 2000 y 2001 se educó en las Universidad The People’s República Of China y National Academy Of Fine Arts, en la una estudió lenguaje y cultura, y en la otra un posgrado en pintura. Su especialización en la pintura tradicional de China es la de Flores y Pájaros, aunque sabe las que clasifican al paisaje, retratos y animales. La técnica que utiliza es la que da atención fina al detalle y ocupa colores fuertes y brillantes, también la que aguza la expresión utilizando pinceles gruesos.
Margarita Guevara cuida lo delicado y laborioso, el detalle y el atemperamento del volumen, la pintura china percibe de modo diferente la proyección. El trazo, la línea y la añadidura de la caligrafía que son poemas es fundamental en su obra. Son determinantes los pinceles originarios, tinta, tintero y el papel de arroz. La artista maneja un estilo y lenguaje artístico, y no siendo arte figurativo, su pintura es el resultado del sentimiento y contemplación. Prepara la serie Mujeres del Mundo, ella es actualmente un bambú legendario que no tuerce el viento y se proyecta a lo perdurable. Su obra conservan coleccionistas del mundo.