¿Y el futuro para nuestros jovenes?
Hablemos de los jóvenes imbabureños menores de 40 años. Generaciones nuevas que vienen empujando con fuerza, con lógica aspiración a una carrera universitaria que no siempre la tienen a su alcance, y quienes tienen la dicha de lograr la hacen lo posible por contar con un título de cuarto nivel para intentar ingresar al mundo laboral en mejores condiciones.
Casarse y tener hijos generalmente no es su prioridad y, de quienes lo hacen, observamos altos índices de separaciones y divorcios. La mujer ha entrado con fuerza al mundo laboral. El destino de los flacos ingresos de los jóvenes es para sobrevivir, atender sus necesidades de tecnología sobre la cual montan su estilo de vida; gas tan en divertirse y eventualmente viajar. Tienen mucha movilidad laboral y evitan sembrar se por mucho tiempo en determinado lugar o trabajo siendo la inestabilidad una característica generalizada, con excepciones. Poco les interesa sus raíces e historia; viven lo que les trae el presente y cuando se habla de forjar futuro para su pueblo, son pocos los interesados; piensan que eso se puede postergar.
Si la población estudiantil de tercero y cuarto nivel en la provincia bordea 15.000 almas, cada año se graduarían entre 150 y 300 individuos (muchos se quedan en medio camino), la gran pregunta es: cuál es el destino y qué hacen con sus títulos académicos que les costó mucho tiempo y dinero obtener?. Cuál es la oferta del mercado laboral no solamente en la provincia sino en la región?
En que realidad viven y cuál es su lucha en un país y ciudad que no les ofrece oportunidades en la formalidad? Es tremendo! Se ha formado una masa crítica de ciudadanos inteligentes, capacitados tanto con recursos del Estado como con sacrificios económicos de sus familias y hasta con deudas, masa crítica in conforme pues no ven una luz al final del túnel, pues tampoco son grandes emprendedores. A la final tienen que sostenerse y buscan actividad generalmente en la informalidad, en “lo que haya ”, en el sub empleo, en las chauchas, en los negocios de ocasión o en los intentos de emprendimiento que tienen altos índices de “mortalidad” .
Pregunto: es este el futuro que seguiremos ofreciendo a los hoy niños y colegiales?. No puede continuar esa gran ir responsabilidad de no contar con políticas públicas locales que favorezcan el desarrollo de las empresas y de los emprendimientos. El sector público no aguanta más funcionarios. Aunque es dura la tarea de generar empleo en el sector privado, se debe empezar!. Promover y atraer inversiones para que la prodigiosa Imbabura pueda brindar futuro a sus hijos.