Sangriento reality

Viene otro aniversario del fatídico 30-S. El Ministerio de la Propaganda “libreteó el magnicidio” como parapeto teatral para que la revolución correísta se apoderara del Estado. El plan era reducir la fuerza pública a guardia pretoriana de la dictadura aliancista, como ocurrió en Cuba, Venezuela y Nicaragua. Pusieron a las Fuerzas Armadas en guerra contra la Policía Nacional, fingiendo un secuestro del mandatario. Con la prensa amordazada, presentaron por los medios públicos el “reality show” más sangriento de la historia ecuatoriana.