Hidroeléctricas a fuego lento
Toachi Pilatón, Mazar Dudas y Quijos demorarían. Este octubre funcionarían Delsitanisagua y Minas San Francisco.
El gobierno de Rafael Correa heredó al presidente, Lenín Moreno, varios problemas y retrasos en el sector eléctrico. Solo tres de los ocho proyectos hidroeléctricos emblemáticos estaban operativos, pero incluso estos presentaban incumplimientos contractuales y fallas en la obra.
Luego de un año y cuatro meses, desde el cambio de autoridades nacionales en mayo 2017, Carlos Pérez, ministro de Energía y Recursos Naturales no Renovables, anunció que los proyectos Delsitanisagua, ubicado entre Loja y Zamora Chinchipe y Minas San Francisco, ubicado entre Azuay y El Oro, se encuentran en las últimas fases de pruebas, por lo que a finales de octubre próximo entrarían en operación.
Estas dos hidroeléctricas se unirían de esta manera a Manduriacu, Sopladora y Coca Codo Sinclair, inauguradas en la administración de Correa. Sin embargo, Pérez recalcó que se han tenido que resolver malas decisiones y acciones del pasado.
“Hemos hecho esfuerzos muy grandes para inaugurar próximamente los proyectos Minas San Francisco y Delsitanisagua, mismos que aportarán 800 megavatios de potencia al sistema eléctrico nacional”, dijo el funcionario.
Incumplimientos
Fernando Salinas, presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Pichincha (Cieepi), comentó que el anterior Gobierno, entre muchos errores y falencias, inclusive incumplió con las condiciones y contrapartes establecidos en los contratos de financiamiento con el Eximbank de China. “Esto provocó retrasos y múltiples problemas que han perjudicado el normal avance de los proyectos”, puntualizó.
A esto hay que añadir que las hidroeléctricas ya en operación están siendo investigadas e inmersas en trámites legales, que incluyen presunciones de sobreprecios, falta de controles y problemas en la infraestructura.
En espera
A pesar de que las autoridades del sector han tenido recientemente reuniones en China para buscar una solución que permita finalizar el proyecto Toachi Pilatón, según Salinas, la operación no podrá concretarse en al menos tres años más.
A esto se añade que Pérez afirmó que se descarta un acuerdo con la empresa rusa Inter Rao, la cual tenía que proporcionar e instalar el equipo electromecánico, por lo que el Gobierno debe negociar de cero directamente con el proveedor, lo que significará tiempo y recursos adicionales.
“La situación es bastante preocupante y el lucro cesante sigue subiendo. Esta hidroeléctrica es la única de la cuenca oriental y complementaría de forma eficiente al resto, por lo que su operación es muy importante”, contó Salinas.
Pero los casos más graves son los del proyecto Quijos, ubicado en Napo y el proyecto Mazar Dudas, en Azogues. En el primer caso, la obra gris no está terminada y los trabajos están suspendidos por problemas de índole legal, operativo y contractual. En el segundo caso, también existen retrasos importantes que vienen arrastrándose desde hace más de dos años.