Usan el mortiño para elaborar vino
En Otavalo decidieron emprender este proyecto novedoso, por la facilidad para conseguir el mortiño.
OTAVALO • Marcelo Rivadeneira y Elia Carreño son esposos jubilados que llegaron a Otavalo con el propósito de emprender el proyecto de la elaboración de vino de mortiño. Escogieron este sector por la facilidad de abastecerse de esta fruta silvestre, que se da en varios sitios de la zona.
El proceso de elaboración de este producto se hace de forma artesanal y con el registro sanitario que exigen las normativas legales.
Marcelo tiene 74 años y es oriundo de Quito, mientras que su esposa Elia tiene 73 años y es de nacionalidad chilena. Cuentan que la idea al principio era hacer vino de capulí, pero considerando que esta fruta se cosecha solo en cierta época del año, decidieron la otra alternativa como materia prima: el mortiño.
“El mortiño si bien en algunas épocas existe en abundancia, en otras hay un poco de escasez, sin embargo siempre está disponible, a veces más barato y otras más caro”, comenta Marcelo.
Agrega que la pulpa de mortiño es bastante consistente, si bien contiene poca agua y dulce, es necesario añadirle azúcar en el proceso de elaboración, con el fin de lograr la fermentación y el grado de alcohol, que llega al 14%.
Proyecto novedoso
Con este proyecto se iniciaron desde hace un año. Su esposa Elia, con sus conocimientos básicos en este tipo de emprendimientos, tuvo la idea de asentarse en esta ciudad imbabureña por la facilidad de conseguir la materia prima. Arrendaron una casa en la Ciudadela Jacinto Collahuazo Primera Etapa, en donde tienen un pequeño taller con los implementos necesarios para la elaboración de este producto.
Su manera de promocionar este vino de mortiño ha sido a través de la participación en ferias, en donde se realiza degustaciones con el público como una forma de vender el producto. Cuenta con el respectivo registro sanitario, que garantiza la salud del consumidor, siendo una de sus metas proveer el vino a locales comerciales de la provincia.
Proceso de elaboración
Primeramente se escoge el mortiño bueno, para lavarlo, se evalúa su peso y se pasa a la trituración. Luego se lo cierne para obtener el líquido que luego pasa por el proceso de filtración. Finalmente pasa al tanque de fermentación, se añade la panela y se los deja entre cuatro y ocho meses para que se produzca el vino. Una vez que está listo el vino, se lleva a cabo la pasteurización y posteriormente el envasado y distribución del producto.