Un nuevo liderazgo
Durante todo el proceso del mal llamado socialismo del S. XXI, que no fue más que la estrategia ultraderechista de terminar con la organización social e intentar implementar un régimen fascista, con el discurso de la eficiencia revolucionaria, se ha venido conculcando todos y cada uno de los derechos de los trabajadores.
El régimen del correato y de Moreno ha implementado una mascarada que pone al lobo vestido de oveja como un aprendiz del disfraz y del cinismo.
La mentira de la optimización de las plazas de trabajo en el sector público, a partir de la reducción de otros 140 mil puestos, se trata únicamente de un nuevo asalto a la economía popular, en contra del papel de redistribución de la riqueza nacional del Estado.
El gobierno correista de Moreno, viene implementando la misma estrategia mediática del loco del ático, y los mismos procesos contra los trabajadores y el pueblo. Asume la elocuencia del más vil y entendido explotador capitalista de la época neoliberal, lleno de la retórica el Estado obeso.
Desde hace años no se ha generado un mínimo de nuevos puestos productivos o de servicio, que permitan mejorar las condiciones de desarrollo del país. La propaganda toca superficialmente el tema de los nombramientos a dedo, y justifica airosamente el despido de miles y miles de trabajadores, fundamentalmente no alineados al servilismo fascista.
Aparentemente, la Asamblea y el Ejecutivo, es asalariada y simpatizante de la oligarquía, que se prepara en el mismo estilo fraudulento que en Brasil, a recuperar supuestamente la corona perdida.
Hace falta un nuevo liderazgo, contra el desempleo, el neoliberalismo y el terror camuflado en discursos distorsionadores de la realidad. Por la libertad de expresión y organización social. Contra el saqueo y por el Pueblo.