Santa María Alejandra
Lenín Moreno se equivocó con los vicepresidentes. Jorge Glas resultó un maestro en el despilfarro y la corrupción. Alumno aprovechado del populismo con el maestro Rafael Corea. La energía convirtió en dólares. Manejó dinero público sin que nadie sospeche de las irregularidades. María Alejandra Vicuña y su movimiento ABA, con fundamentos de izquierda, admiradores de gobiernos de Cuba, Venezuela, Guatemala, Nicaragua.
Cada uno de ellos y de otros que trabajaron con el gobierno anterior y siguen en el actual, actúan y piensan como corresponde al Socialismo del Siglo XXI. Ideología distorsionada del socialismo de la revolución bolchevique y mal copiada en Cuba o Vietnam. En todo caso, una manera de ver el mundo totalmente anacrónica. Desde ese fondo ideológico surgió María Alejandra Vicuña.
Los dos, hijos legítimos del populismo. Además, desconocedores de la realidad ecuatoriana que buscaron el poder y sus delicias. ¿Qué podía esperar el país de los dos traviesos? Ahora comenzaron a pagar las facturas.
La clave del éxito está en la forma de pensar y enfocar las oportunidades de solucionar las necesidades insatisfechas. Diseñar y ejecutar soluciones rápidas y eficaces. Esta manera de detenerse frente a la realidad es la que falla. No se pueden solucionar problemas económicos, sociales y políticos, (sin olvidar la cultura), con ideas caídas en la extinción.
El país necesita un gobierno cimentado en la honestidad, la apertura al pensamiento del mundo actual, dispuesto a obrar con solidaridad, libertad y respeto.
María Alejandra es investigada por la Fiscalía por la denuncia del excolaborador Ángel Sagbay. Según el exasesor, recibió en su cuenta personal depósitos de funcionarios que trabajaron con ella, cuando fue asambleísta.