¿NO HAY VíA DE ESCAPE?

El Gobierno, a través de su Ministerio de Economía y Finanzas, devolvió la Proforma presupuestaria de 2019 a la Asamblea Nacional con respuestas a las 17observaciones que esta le hiciera al documento original. El tema más controversial fue el del precio de petróleo, que pasó de 58,29 (precio originalmente previsto) a 50,05 dólares el barril. Hay otros ajustes y cada uno fue debidamente razonado.

La devolución de una proforma al parlamento no se daba desde 2007, pues eran los tiempos en que el partido oficialista tenía una mayoría absoluta, de manera que cada año el asunto era un trámite previsto y debidamente reglamentado desde el Ejecutivo. Una discusión tan intensa y pormenorizada sienta un precedente muy significativo en las relaciones entre el Legislativo y el Ejecutivo.

El monto inicial de la Proforma se redujo, se revisarán a la baja los salarios del sector público, se optimizarán los subsidios a los combustibles, se aumentará el 0,5% del PIB constitucionalmente establecido para Educación y Salud, y se destinan 350 millones de dólares para las compensaciones jubilares, entre otros rubros. Además, habrá un mecanismo para determinar el monto anual correspondiente a la transferencia del 40 % al IESS.

Culmina un ejercicio de democracia y republicanismo que durante el correísmo brilló por su ausencia. A la hora de las críticas (que abundarán) la Asamblea Nacional deberá cargar con una parte sustancial de ellas. Se aprieta un poco más el cinturón, pero la vía de salida de la crisis no se avizora. Ahora se buscan salidas en China, pero más temprano que tarde habrá que tocar las puertas del temido FMI.