En el 2019 se aclarará el panorama del caso control de Mascarilla
Uno de los hechos de mayor connotación y repudio social se registró en agosto de 2018, en Imbabura. Reacción mediática
IBARRA• El 23 de agosto de 2018 es un día que quedará en la memoria de Imbabura y el norte del país. Los hechos violentos que se registraron aquella fecha marcaron la vida de varias personas.
Lo que empezó como un procedimiento normal en un accidente de tránsito, terminó en el secuestro de una grúa, un cruce de balas entre comuneros y policías, un fallecido en medio de la revuelta, un uniformado detenido, el saqueo del destacamento policial y la incineración de un patrullero y bienes públicos.
Hay delitos impunes
Por todos estos incidentes únicamente existe un procesado: David V., quien es acusado del delito de extralimitación de funciones al haber supuestamente disparado en contra de la humanidad de Andrés Padilla.
El efectivo policial, quien es parte del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de Imbabura, terminó tras las rejas; mientras que en lo que se refiere al secuestro de la grúa, el robo del vehículo infractor, el saqueo de los bienes estatales y personales de los uniformados, y del incendio y destrucción de la infraestructura del inmueble, no existen personas privadas de su libertad que respondan por dichos violentos acontecimientos; sin embargo, se espera que en 2019 la justicia determine y capture a los involucrados, pues ante la colectividad no solo la muerte de Padilla consta como un tema que debe ser aclarado, sino que se pide que el resto de delitos cometidos ese día también sean judicializados y se sancione a los responsables.
Sobre la suerte de David V., en este nuevo año se conocerá la fecha en la que se llevará a efecto la audiencia de juzgamiento, luego de que a finales de diciembre el juez a cargo del caso determinó que la causa sea resuelta ante un Tribunal de Garantías Penales de Imbabura. Mientras tanto, el comando GOE aún deberá permanecer interno en la cárcel 4 de Quito.
Dolor
Tanto la familia del occiso como la del uniformado sufren por las consecuencias del impase generado. Mientras unos piden justicia para que se sentencie al procesado, otros claman porque la luz esté de su lado y permita que David V. recupere su libertad.
Ambas partes se han dado cita en las diligencias legales que han sido convocadas, sin embargo, la mayoría de los encuentros en la casa judicial de Imbabura han terminado en agresiones e insultos cometidos por parte de los comuneros del Chota hacia la familia del policía involucrado, por lo que cada vez que se llevan a efecto las audiencias establecidas, un fuerte contingente policial es desplegado tanto en el inmueble judicial como en el control integrado de Mascarilla, para evitar que otros desmanes vuelvan a ocurrir. °
Tras el apresamiento del policía, a través de las redes sociales se han desplegado un sinnúmero de llamados en los que decenas de miembros policiales no solo demuestran su apoyo a David V., sino que además aseveran sentirse desprotegidos a la hora de realizar su trabajo.
Esto parte de otros hechos en los que personal policial se ha visto inmerso, como el robo en un bus en Quito en donde el Sargento que disparó contra el delincuente también terminó preso; o el último suceso en el que un criminal acabó con la vida de otro miembro policial, sin contar con el accionar de mandatarios y secretarios de Estado de otras naciones en las que el respaldo hacia sus funcionarios policiales es evidente. Todo ello mantiene generando opiniones distintas que son lanzadas a la web, sin embargo en el transcurso del 2019 los diferentes sucesos deberán resolverse.