¿CUáL ES LA PUERTA DE SALIDA?

El artículo 4, del Decreto Ejecutivo 619, es la “manzana de la discordia”, pues establecerá el precio de venta del diésel según el comportamiento del mercado. Comercializadoras, representantes del transporte pesado y de pasajeros, y hasta de transporte escolar manifiestan su desacuerdo. Quieren compensaciones, que se les privilegie de alguna manera e incluso que se elimine el Decreto.

Advierten de la elevación de sus costos operativos y de su traslado a los usuarios, con una consecuente subida de precios y una inflación que, desde su punto de vista, podría tornarse incontrolable. Es decir, los sectores de menos ingresos serían los primeros perjudicados. Desde luego, no hablaron de las exoneraciones impositivas de las que se benefician en determinados rubros. Un asunto que se pasa olímpicamente por alto.

Sindicatos, gremios y organizaciones sociales anuncian paros y movilizaciones, y ya se registra alguna con tintes violentos. Todos están en su derecho a dialogar y buscar una salida consensuada con el Gobierno a este problema puntual del diésel. Llama la atención que, en el debate propuesto, no se aborda el tema del contrabando de combustibles (también subsidiados) a través de nuestras fronteras norte y sur.

Ninguno ofrece alguna puerta de salida, alguna fórmula viable para salir de la crisis económica que nos legara el correísmo y que afecta, esa sí, a todo el pueblo ecuatoriano. Este tema también debería negociarse. En este sentido también deberían alcanzarse consensos para luchar, en la práctica y sin patrioterismos, por los más desprotegidos de nuestra sociedad.