La ‘pamba mesa’, tradición para compartir
TUNGURAHUA • En las comunidades de Tungurahua el bordado a mano es una costumbre que se mantiene. Juana Punina valora lo que su abuela y madre le enseñaron, por eso decidió, hace varios años, complementar el bordado con la confección de blusas.
Cerca del mercado de Pilahuín, en Tungurahua, se encuentra ubicado su taller. Es un pequeño cuarto con una ventana, por donde medianamente entra la luz y da vista a la calle. Dos máquinas de coser, ovillos de hilo blanco, encajes y retazos de tela son los elementos principales de esta minifárbrica. Juana comenta que aprendió a bordar por enseñanza de sus antepasados. “Mi abuela bordaba, de ella aprendió mi mamita y entonces también aprendí yo”, menciona.
Antiguamente los abuelos y padres de esta mujer decían que las camisetas son atuendos de la gente mestiza y que la cultura de su pueblo kichwa era vestirse con la blusa bordada a mano. “Gracias a esos consejos de mi familia es que yo también les transmito a mis hijas y les digo que no podemos dejar nuestra cultura y vestimenta”, recalca.
El bordado que realizan las mujeres kichwas tiene una conexión Las comunidades indígenas del país, en particular los saraguros, habitantes de Loja, utilizan el término ‘pamba mesa’ para referirse a la comida que se ofrece en actos masivos y festividades ancestrales, como el Inti Raymi, mingas e incluso marchas.
Esta es una de sus tradiciones ancestrales denominada como la ‘mesa común’ o la ‘mesa de todos’; sin embargo, no se limita al hecho de sentarse en un mismo sitio y alimentarse por igual, sino que tiene como principal característica el compartir de lo que cada uno tiene, pues todos los comensales contribuyen con un poco de comida para todo el grupo.
De esta manera, la ‘pampa mesa’ suele llenarse de alimentos básicos como el mote, el choclo, la papa, las habas el frejol y los mellocos e incluso el cuy, la carne y el queso. Todo esto es colocado sobre grandes manteles en el piso para que se encuentre al alcance de todos.
Este es un evento que conserva varias solemnidades, especialmente previo a ofrecer los alimentos, ya que se recuerda el objetivo mismo de la reunión y se agradece por los frutos provenientes de la Pachamama. Esta población indígena se ubica al norte de Loja y en ciertos poblados de Zamora Chinchipe. Es la única na- cionalidad que ha sobrevivido a la colonización española. Su vestimenta se caracteriza en los varones por los ponchos y sombreros blancos con manchas negras (antes se acostumbraban a lucir sombreros con ala ancha, elaborados con lana de oveja) y alpargatas. Las mujeres por los anacos y chales del mismo color.