Así viven los venezolanos la situación en Rumichaca
TULCÁN • El temor y el miedo invaden a los ciudadanos venezolanos que arriban al Puente Internacional de Rumichaca. A diferencia de otros días en los que llegaban ilusionados, ayer fueron evidentes los rostros de preocupación.
Los extranjeros están inquietos, creen que durante la travesía que realizarán por el país, podrían ser objeto de represalias o posibles ataques tras los hechos registrados en Ibarra durante la noche del último domingo. José Suárez, oriundo de Yaracuy (Venezuela), quien llegó el domingo en la tarde al Centro Binacional de Fronteras en Rumichaca, en el lado ecuatoriano, está intranquilo porque teme ser atacado sí continúa caminando hacia Ibarra.
Situación
Un tanto extenuado debido a que no había dormido, cuenta que cuando llegó a territorio ecuatoriano habló con dos de sus compatriotas, quienes venían huyendo desde la capital imbabureña con heridas en la cabeza.
Suárez dijo que sus connacionales manifestaron que la noche del sábado hubo una suerte de cacería, que los obligó a salir en precipitada carrera de la ‘Ciudad Blanca’ para proteger su integridad.
“Ellos habrían recibido pedradas, golpes y patadas, por lo que nos recomendaron que no vayamos a esa ciudad”, agregó Suárez, quien aspira llegar a Lima Perú, en los próximos días, donde es esperado por sus familiares.
OIM dispone buses
Junior Silva, nacido en Barquisimeto fue parte de los más de 200 migrantes que pugnaban hasta la tarde de ayer ser incluidos en las listas de pasajeros de los buses que tenía previsto la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) despachar hacia la ciudad fronteriza de Huaquillas.
Técnicos de la OIM confirmaron que esta organización no gubernamental es la responsable de movilizar directamente desde el puerto fronterizo de Rumichaca a los emigrantes hasta la frontera con el Perú.
En estos viajes son privilegiados infantes, mujeres embarazadas, discapacitados, y personas de la tercera edad. No se informa sobre los horarios de salida de los automotores por seguridad de los pasajeros.
Los menores de edad que viajan, especialmente los de dos a 15 años, deben recibir las vacunas correspondientes. Así mismo sus padres tienen que presentar los documentos sellados en las oficinas de Migración de Colombia y Ecuador.
Los infanto-juveniles una vez que son inmunizados reciben 1 kit de alimentos que contiene una bebida de avena con leche, una botella de agua, tres galletas, tres naranjas, tres manzanas y una lata de atún. A los viajeros que utilizan el transporte subsidiado también les entrega un kit de aseo.