Más de 90 minutos de agonía antes de la tragedia
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IBARRA Muchos argumentos se viralizaron en torno a lo que sucedió previo al femicidio de Diana Ramírez Reyes. La realidad es que todo partió de una de las varias discusiones que la pareja mantenía. El sábado, como todas las noches, ambos llegaron a laborar en el centro de comidas de las calles Bolívar y Juan Grijalva. El lugar acogió a varios comensales, pero nadie imaginó la tragedia que se avecinaba.
Al ECU911 ingresó un llamado sobre la pareja, a eso de las 20:30. Los convivientes mantuvieron una discusión con agresiones físicas y verbales. Fue entonces que personal policial de Servicio Preventivo arribó para constatar el hecho. En el sitio, Jesús Z., supervisor, les refirió que minutos antes los sujetos se encontraban discutiendo. Diana fue consultada sobre el hecho asegurando que, efectivamente, tenía un altercado con su conviviente, Jordy Lozada, a quien pensaba denunciar. Al escuchar a Diana, Jordy se habría acercado a ella de manera tranquila para ofrecerle disculpas por haber discutido, pero, repentinamente, el hombre sacó un cuchillo, tomó a la mujer por la espalda y presionó el arma contra su cuello, para
luego sacarla de ahí a la fuerza. Más unidades policiales fueron activadas.
Jefferson Ibarra, fiscal de turno, también arribó e intentó persuadir al hombre, pero todo fue inútil. Él solo quería irse de allí con ella. El verdadero viacrucis para Diana comenzó. Personas que transitaban por el sitio caminaron junto al femicida y la policía hasta llegar a las calles donde ocurrió la tragedia. Eran cerca de las 22:15 y entre decenas de policías y más de 200 personas el sujeto entró en pánico, elevando su rabia ante las amenazas del populacho que para ese momento ya había roto el cordón de seguridad y pese a los pedidos de retiro del sitio se mantuvieron en el lugar, vociferando en contra del sujeto que al verse acorralado la acuchilló. 90 minutos duró todo el suceso delictivo.