Se cae al piso tesis sobre plagio de Correa en el 30-S
Fiscalía no tenía elementos para probar malos tratos del secuestro extorsivo. Abogados aplaudieron la decisión.
Que es la primera vez que pasa desde que Galo Chiriboga y Carlos Baca Mancheno estaban a cargo de la Fiscalía. Que el expresidente Rafael Correa ya no tiene el control sobre la Justicia. Que la Fiscalía tiene una nueva actitud y actúa con objetividad.
Esos fueron los comentarios que se escucharon en la sala de audiencias del Complejo Judicial Norte, en Quito, después de que el fiscal Francisco Vega, a cargo de la investigación del presunto secuestro del expresidente Rafael Correa durante el 30-S, se pronunció.
Pidió al Tribunal de Garantías Penales que declare la prescripción del delito de plagio en contra de siete procesados y el Tribunal lo acogió, dejando sin efecto las medidas cautelares.
El 19 de agosto de 2016, el fiscal Fabián Salazar, quien inició la indagación, formuló cargos en contra de 20 personas por el supuesto plagio.
Al término de la instrucción fiscal llamó a juicio a siete policías: Florencio Ruiz, Víctor Argüello, Marcos García, Mecías Ramón, Washington Pilatasig, Fabián Huilca y Wilson Jumbo, aduciendo que tenía los elementos para demostrar la infracción.
Pero ayer, antes de la instalación de la audiencia de juzgamiento, Vega dijo que no tenía la “prueba técnico-científica” para probar una parte del delito de secuestro extorsivo.
El secuestro extorsivo implica que la víctima sufrió malos tratos. Pero la Fiscalía no tenía una pericia sicológica ni un examen médico-legal para demostrarlo. Por eso, pidió que se juzgara el delito sin agravante, el plagio simple, con una pena de entre seis meses y dos años de prisión, que prescribía en cinco años. Por esto, Vega indicó que ya no se podía juzgar.
Reacción
Correa, después de emitida la resolución del Tribunal, llamó en Twitter a que el fiscal Vega esté en el caso del secuestro del político Fernando Balda, “a ver qué opina”.
“Si el caso 30-S, con tantas horas y tanta violencia, fue ‘plagio simple’, ¿cómo pueden ser los 40 minutos de retención de Balda, plagio extorsivo y con violencia? Respuesta: en el segundo, el ‘acusado’ soy yo”, publicó.
Comparecientes
Esa parte ya no escucharon ni Gustavo Jalkh, expresidente de la Judicatura ni Doris Soliz, exministra de Inclusión Económica y Social, ni el exasambleísta de Alianza PAIS Paco Velasco. Ellos fueron llamados como testigos y salieron de la sala cuando ingresaron los jueces Marcelo Narváez, Fanny Altamirano y Silvana Velasco.
Otros exaltos funcionarios del gobierno anterior, como Vinicio Alvarado, Patricio Rivera, Ricardo Patiño y Ronny Vallejo, también fueron convocados, pero no acudieron.
La secretaria de la sala tomó lista a los 105 testigos y peritos solicitados por Fiscalía. El primero: Rafael Vicente Correa Delgado. Se escuchó: silencio. Nuevamente repitió la secretaria el nombre y en la sala, se escuchó: “prófugo”.
Según la Fiscalía, Correa fue por su voluntad al Regimiento Quito durante las protestas policiales del 30 de septiembre de 2010. Pasó al Hospital de la Policía para ser revisado por una operación en la rodilla y ya no pudo salir por la revuelta. Allí, Correa manifestó estar plagiado, por lo que fue necesaria una operación de rescate.
El general Florencio Ruiz era parte del equipo de seguridad del expresidente. Fue procesado, primero, por rebelión. Fue sobreseído. Después vino el de plagio. “Nunca cometí un delito. Siento que de alguna manera se hace justicia. Han sido unas circunstancias terribles para mí y para mi familia. Viviendo nueve años de persecución inaudita”, dijo al salir de la audiencia.