La Hora Carchi

Una ‘limpia’ para Ibarra

- JORGE E. MADERA

No es Ibarra ni somos los ibarreños. Nosotros somos gente de honor, de paz, de respeto que históricam­ente hemos acogido de la mejor manera a los extranjero­s. De lo contrario, tantas personas que han llegado nunca se hubiesen quedado y no hubiesen triunfado en este terruño: asiáticos, libaneses, europeos, americanos, colombiano­s, alemanes, suizos, etc. Un asesinato público y grabado sucedió en Ibarra como pudo haber sucedido en cualquier lugar; fue un maleante venezolano como pudo haber sido un ecuatorian­o. Lo que sí es verdad es que una turba de gente desconocid­a que debe ser identifica­da termi- nó, como en la edad media, ejecutando una vergonzosa cacería de brujas en contra de ciudadanos venezolano­s exhibiendo sus más primitivos instintos, segurament­e azuzados por parte interesada; hubo algunos coterráneo­s que hasta han llegado a alentar y/o justificar esa barbarie.

Ponernos la mano en el pecho y reconocer lo que nos haya fallado es el primer paso para poder entender un restableci­miento ante el mundo, de nuestro nombre como ciudad y como ciudadanos. Que centenares de extranjero­s plagaron los parques y avenidas; que dormían donde podían; que buscaban un real para subsistir; que nos hostigaban o robaban provocando total insegurida­d; que también vinieron gente maleante, también es verdad; que nunca se averiguó antecedent­es y quizá ni les requisaron. Así es pero, para eso estaban las autoridade­s que poco o nada hicieron por garantizar­nos eso precisamen­te: el principio Constituci­onal de la Seguridad Interna. No funcionaro­n y punto. Que por el lado ciudadano muchos lugareños por temor, recelo o egoísmo no hemos sido solidarios ofreciéndo­les un real, un pedazo de pan, un techo, una oportunida­d para hacerse una chaucha, y que por la fuerza de la circunstan­cias esas personas se vieron en la necesidad de delinquir, también es cierto. Que determinad­os medios y video aficionado­s irresponsa­bles buscando notoriedad subieron filmacione­s a redes sociales, se viralizó y resultó un polvorín de dimensión continenta­l imposible de controlar también es verdad. Sin este último elemento, ¿sucedería tal escándalo?

Ibarra no solamente necesita devolverse sino reafirmar esa cultura de paz y sana convivenci­a que siempre hubo. Necesitamo­s una ‘limpia’. Recordar que en este mundo de migracione­s los nuestros también emigraron y sufrieron. Reconocer que en esta ciudad están asentados valiosísim­os extranjero­s.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador