Un escáner médico permitió descubrir la verdadera causa de muerte y saber que no era un religioso.
Varias sorpresas arrojaron los resultados de los exámenes que Philippe Charlier, científico forense francés, realizó entre el martes y miércoles a la momia de Guano, que fue traída desde Chimborazo hasta Quito, con las respectivas medidas de bioseguridad.
Que no es un fraile como se ha mencionado, que tenía poliartritis (reumatismo simultáneo o sucesivo en varias articulaciones) y que murió a consecuencia de una infección, fueron los principales descubrimientos realizados tras ser sometida a un examen de escáner médico en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).
“Los muertos son un libro abierto, son importantes para comprender a los vivos… son como embajadores”, expresó Charlier, quien llegó a la capital invitado por la Alianza Francesa, para dictar hoy, a las 17:00, una conferencia sobre ‘La muerte no es el final, medicina legal e historia’ en el marco de ‘La noche de las ideas’, que reúne a voces francesas e internacionales para debatir sobre grandes temas de este tiempo. “Lo que se sabe desde ayer es que la causa de la muerte fue una infección masiva bucal que se extendió a la piel, a la sangre y al cerebro”, afirmó el investigador francés. Esa infección pudo haberle causado abscesos de 2 a 3 cm y la hinchazón de las mejillas, con grave sufrimiento. Ahora las investigaciones se orientarán a determinar las causas de la infección.
Los exámenes practicados, en los que también participaron investigadores del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), permitieron saber de la poliartritis deformante en los dedos gordos de pies y manos que tenía la persona que vivió a finales del siglo XVI. Esta enfermedad, señaló el experto francés, se origina en el continente americano y después se extendió a otros continentes.
La vestimenta de la momia no tiene nada que ver con la que usaban los frailes de ese siglo, por lo que “no hay nada que muestre que haya sido un fraile o una persona perteneciente a una orden religiosa”. La momia viste una especie de doble camisa con botones de lino, mientras que los religiosos usaban prendas confeccionadas con yute, una tela tosca, aseveró.