Ni la luz trae paz a Venezuela
La sequía se apodera del país. La falta de electricidad afectó los sistemas que abastecen del líquido a Caracas.
Agobiados por su sobrevivencia, los venezolanos reanudaron ayer sus actividades laborales tras una semana de parálisis por un apagón sin precedentes que profundizó la grave crisis económica y política, y que golpea la vital producción petrolera.
Largas filas en bancos y paradas fueron el común denominador en Caracas, donde el servicio del Metro -que transporta dos millones de pasajeros diariamentese había restablecido con un tramo cerrado en su principal línea.
Muchas personas caminaron a sus trabajos, un día después de que el presidente Nicolás Maduro dispusiera la reanudación de la jornada laboral y mantuviera suspendidas las clases.
El Gobierno aseguró que el servicio ha sido restablecido prácticamente en toda Venezuela, incluida Caracas, aunque con “pequeñas fallas” en zonas donde denunció “sabotajes” a subestaciones tras el apagón.
EE.UU. revoca más visas
El gobierno de Donald Trump, al que Maduro culpa del apagón mediante “ataques cibernéticos y electromagnéticos”, dijo este jueves que completó la salida del personal de su embajada en Caracas como parte de la ruptura de relaciones decidida por Maduro en enero.
Además, Washington revocó las visas a otros 340 allegados a Maduro, con lo que el total de revocaciones llegó a más de 600 desde fines de 2018, según el portavoz de la diplomacia estadounidense, Robert Palladino.
Con Pdvsa -fuente de 96% de los ingresos del país- en default y minada por la corrupción, la producción de crudo perdió 142.000 barriles diarios en febrero, frente al mes anterior, ubicándose en poco más de un millón, informó ayer la OPEP.
Expertos como Luis Oliveros alertan que los daños provocados por el apagón abrirían “un ciclo mayor de deterioro” en la industria petrolera, que a partir del próximo 28 de abril enfrentará un embargo petrolero estadounidense.
Pese al caos que reina en varios lugares del país, Maduro aseguró que “hay un sentimiento de placer (en la gente), de satisfacción”.
‘Como en una guerra’
A las industrias, severamente golpeadas desde hace años por la crisis, también les va a costar ponerse en marcha. La patronal Fedecámaras advirtió sobre “críticos niveles de desabastecimiento que comprometen la seguridad alimentaria”.
Los hospitales han vivido situaciones dramáticas por el apagón. Según el líder opositor Juan Guaidó, una veintena de pacientes murieron, mientras la ONG Codevida denuncia que fallecieron 17 enfermos renales. El Gobierno niega que haya muertos.
En la otrora próspera Maracaibo, capital del petrolero estado Zulia (noroeste), fueron saqueados medio millar de negocios. Las calles están desoladas y en los pocos comercios abiertos cientos hacen filas para comprar algo de comida.