Paralelo Cero (2019)
Arthur Schopenhauer al hablar del arte poético decía: “La vida nunca es bella. Sólo son bellos los cuadros de la vida cuando los alumbra y refleja el espejo de la poesía… Coger al vuelo la inspiración y darle cuerpo en los versos: tal es la obra de la poesía. Y sin embargo, el poeta refleja a la humanidad entera en sus íntimas profundidades y todos los sentimientos que millones de generaciones pasadas, presentes o futuras han experimentado y experimentarán en las mismas circunstancias… El poeta es el hombre universal. Todo lo que ha agitado el corazón de un hombre, todo lo que la naturaleza humana ha podido experimentar y producir en todas circunstancias, todo lo que habita y fermenta en un ser mortal, ese es su dominio, que se extiende a toda la naturaleza. Por eso el poeta lo mismo puede cantar la voluptuosidad que el misticismo, ser Angelus Silesius o Anacreonte, escribir tragedias o comedias, representar los sentimientos nobles o vulgares, según su humor y su vocación…”.
Y esto entendieron muy bien: Egor Mardonez (Chile), Enna Victoria Ramírez (Colombia), Alexander Baccelli (Chile), Sandra Patricia Bravo (Colombia), Yolanda Pantín (Venezuela), Sara Vanegas (Ecuador), Santiago Grijalva (Ecuador), Elsye Suquilanda (Ecuador), poetas que nos acompañaron el pasado martes 9 y miércoles 10 de abril, tanto en la UTN, como en el Teatro Imbabura de la Casa de la Cultura, en el marco del Encuentro Internacional de Poesía “Paralelo Cero” en su XI edición, dirigido por el poeta y gestor internacional Xavier Oquendo. Ellos han hecho de la vida un canto sentido y armonioso. Han hecho de la palabra un lazo de luz que ata y vincula a todos los corazones que sueñan en las quietudes del remanso. Brotó la ponencia, el conversatorio ágil, fluido y ameno.