Aumentan ventas de exambulantes en La Playa
Los comerciantes reubicados piden campañas de promoción para que no decaigan las ventas en el sector.
IBARRA • Dentro del parqueadero del mercado La Playa, 337 comerciantes ofertan sus productos variopintos. El lugar es pequeño, pero el necesario para que la mercadería se exhiba sin inconvenientes. Ahí se encuentran frutas, vegetales, correas, papas, gorras, carcasas, calentadores, estampitas, entre otros. Y la gente que llega, lo sabe. Por eso hacen el gasto y las ventas dinamizan el sector.
Targedia Montalvo tiene ahí su local de manzanas, peras, uvas y plátanos. Ella indica que están bien porque ya no tienen los dilemas del pasado. Antes, en la calle, debía estar atenta a los uniformados. “Siempre estábamos en los problemas de correr y esconderse de los municipales. Que nos agredían y todo. Pero ahorita estamos bien y ya va entrando un poco más de gente. Esperemos que mejore más por el bien de todos”.
La señora dice que al inicio, en el mes julio, cuando recién los reubicaron, sus compañeros sufrieron porque no entraba nada de gente. Pero de a poco las personas se fueron enterando de los nuevos locales y fueron llegando más. Comenta, además, que la publicidad que realizan con los parlantes que contratan les ha servido para ganar mayor público.
“Quisiéramos decirle a la alcaldesa que nos ayude con más publicidad y que los operativos no paren contra los informales, para que ingrese más gente acá”, subraya Montalvo.
Construcción
Mientras los visitantes se pasean observando qué comprar en el parqueadero de La Playa, se mira a un grupo de personas que construyen unos techos. Tatiana Montaño, quien ayuda en un local de prendas de vestir, dice que esa obra es para ellos, los informales reubicados.
“Ahora nos están poniendo los techos, porque eso nos prometieron las personas del municipio, y nos están cumpliendo. Cuando terminen de hacer la instalación, la gente ya puede ubicarse en su lugar y utilizar su lugar de trabajo sin preocuparse por el sol o la lluvia”.
La comerciante comenta que ahora, en su local, ha podido vender el doble de cuando recién llegó. “Al inicio fue difícil porque nadie sabía que estábamos aquí. Pero ahora ya se ha corrido el chisme y eso es bueno”, subraya. Y agrega que quisiera que haya control a las afueras del mercado, donde aún trabajan muchos ambulantes.
Este aspecto lo comprobó este diario al dar un recorrido por el sector. Varios vendedores ambulantes ofertaban en las veredas sus productos. La aglomeración, sobre todo, era por el terminal, a los alrededores de La Playa, en las calles Olmedo, Bolívar y por el mercado Amazonas. Al preguntarle a un informal por qué no se reubicó, comentó que ya no había espacio en La Playa y le tocó seguir en la calle.