El Consejo populista
¿Por qué el presidente de la Asamblea Nacional presentó la alternativa de una enmienda a la Constitución y quitarle algunas funciones al Consejo de Participación Ciudadana? El mensaje está claro, en el presidente no está laideadeeliminaralConsejo.
Por lo contrario, la defiende. No hay la conciencia que al Consejo le arrastraron de los cabellos de otro país destruido por dos populistas. En Ecuador cumplió con el propósito: la destrucción de la democracia y la protección a la corrupción. Borró la capacidaddepensamientoydecrítica de directivos y vocales. El presidente de la República los convirtió en muñecos.
Los funcionaron nombrados por el Consejo de Participación se especializaron en ocultar injusticias, festejar el sobornoylasmúltiplesformasdecorrupción. Y no satisfechos de la perversión, aprendieron a enorgullecerse de cada acto de concupiscencia. Peor todavía, persiguieron el pensamiento libre y ultrajaron las libertades. Entonces sería una decisión absurda mantener una institución deficiente que corresponde amentalidadesmaléficas.
La defensa del Consejo parece una movidapolíticaparadejaraunladoresponsabilidadesyproblemas.Esposible queparalosvocalesdefenestradosylos actualesalpaíslesvalepoco,comoauna manchademosquito.
Si pensamos en la justicia, la Asamblea debe cancelar las leyes que facilitan y protegen la corrupción y la delincuencia con la complicidad de muchas autoridades. Es de conocimiento público del trabajo tenaz de la judicatura con investigaciones a fondo. Pero los culpables no llegan a la puertadelospresidios.Lamontonera deleyes,laburocraciaylatentaciónde la compra de decisiones todavía están ahí,frescas.
Las respuestas del presidente de la Asamblea están asociadas al populismo, y algunos asambleístas aprovechan a la perfección. Sin embargo, se encuentran en efervescencia la ira y la impotencia de la ciudadanía, ante la falta de respuestas efectivas del Estado.