Se hizo pasar por secuestrado para obtener dinero que se gastó
El sujeto habría intentado cobrar una cantidad haciendo creer que estaba en manos de secuestradores.
IBARRA • Jonathan Kléver M. Y. terminó en manos de la Policía élite especializada, de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Extorsión y Secuestro (Dinased) de Imbabura.
El ciudadano fue detenido luego de que intentara hacer una mala pasada a su propio padre, con el único fin de recuperar un dinero que se habría malgastado y con el que presuntamente tenía que cubrir una deuda pendiente.
Se inventó un secuestro
500 Luis M., padre de Jonathan Kléver, recibió la llamada de un sujeto con acento costeño, quien le hablaba desde el equipo celular de su hijo.
En el contacto, el desconocido ciudadano le habría referido que necesitaba que le entregara la cantidad de 500 dólares a cambio de liberar a Jonathan. De no hacerlo, habrían mencionado que abusarían de él sexualmente, para luego quitarle la vida.
Con estos antecedentes, el asustado hombre pidió ayuda inmediata a policías del Móvil Amazonas. Los uniformados, tras conocer los detalles del supuesto secuestro, convocaron a los agentes de la Dinased de Imbabura.
Los efectivos élite tomaron la posta e iniciaron de inmediato las indagaciones respectivas. La idea era capturar al hombre misterioso de la llamada. Supuestamente, tenía que recibir el dinero solicitado en el Redondel de la Madre, en Ibarra.
Atrapado
Cuando se concertó la entrega del dinero, los policías de la Dinased de Imbabura tenían todo bajo control.
De pronto, Luis alcanzó a divisar a su hijo. Los servidores policiales, en una ágil y oportuna intervención lo interceptaron y pusieron a buen recaudo, pues hasta ese momento se creía que podía estar aún bajo el peligro de sus supuestos captores.
Tanto el padre como el hijo fueron llevados hasta las oficinas policiales para conocer detalles del suceso y dar con el paradero de los presuntos antisociales.
Todo era mentira
Con la aplicación de técnicas investigativas por parte de la Dinased de Imbabura, Jonathan terminó por confesar que todo lo de su supuesto secuestro era falso. Aseguró que todo lo hizo con el fin de recuperar una suma de dinero que previamente se habría gastado, parte del monto que debía entregar a uno de sus acreedores, por lo que al ya no tener el efectivo suficiente para el saldo de esa cuenta pendiente, tomó la decisión de inventar ser víctima de captura forzada.
Con el relato, en ese momento, los agentes comunicaron el particular al fiscal de turno, quien abalizó la detención del impostor, por el delito de simulación de secuestro.
El sujeto fue llevado ante las autoridades judiciales competentes. El juez a cargo dictó la libertad del implicado, no sin antes hacerle conocer los perjuicios y altas penas privativas de libertad que conllevan este tipo de engaños, en caso de ser consumados.