Marihuana camuflada entre tomates de árbol
La carga salió de Tulcán y tenía como destino Quito. Fue enviada como encomienda en un bus interprovincial.
La sustancia estaba camuflada en dos gavetas de frutas. Policías élite del CRAC de Imbabura, con ayuda del can detector KILER III, descubrieron el estupefaciente, en las bodegas de un bus que cubría la ruta Tulcán – Quito. Sucedió en el control integrado de Mascarilla en Ibarra. Ninguna persona se hizo responsable del ilegal cargamento. El hecho se investiga.
IBARRA • En dos cubetas que transportaban tomate de árbol, personal del Centro Regional de Adiestramiento Canino (CRAC) de Imbabura, descubrió un cargamento de marihuana, que había sido escondido de tal forma, que la sustancia estaba empacada en forma de lámina.
Un operativo de rutina se llevaba a efecto en el Control Integrado de Mascarilla, cuando personal policial antidroga del CRAC de Imbabura, se dispuso a parar la marcha de un carro tipo bus, perteneciente a la cooperativa Expreso Tulcán, con disco número 24, que cubría la ruta Tulcán – Quito.
En su labor operativa, los pasajeros fueron revisados uno a uno, para luego pasar a la parte posterior del bus, en las bodegas del automotor, hasta donde uno de los guías del CRAC, acompañado del can detector (REX III), inició con la revisión. De inmediato, el canino mostró una señal de alerta, sobre la presencia de posible estupefaciente, en dos cajas plásticas que contenían frutas. Las gavetas fueron sacadas para ser inspeccionadas manualmente, hallando en el fondo de los frutos, un total de 14 envoltorios de plástico transparente, en forma de placas, en los que se podía observar claramente el ilegal contenido de los mismos.
Proceso
Ninguna persona se responsabilizó del cargamento. Por lo que fue decomisado y trasladado hasta la oficina de la Unidad Subzonal de Antinarcóticos de Imbabura, en donde los policías realizaron las pruebas de campo para la verificación de alucinógeno, y el pesaje total que arrojó 5.701 gramos de marihuana. Los envoltorios quedaron bajo cadena de custodia en la misma oficina policial. Extraoficialmente se conoció que, al parecer, el destino de la droga era llegar a ser comercializada en el mercado local de Imbabura y parte de Pichincha, pero gracias a la efectiva acción del CRAC de Imbabura, la sustancia no llegó a su destino.