Los sobornos de Odebrecht
“Aquí nadie tiene corona”
° El presidente de Perú, Martín Vizcarra, afirmó ayer que en su país “nadie tiene corona”, después de conocer que el Gobierno de Uruguay denegó el asilo diplomático al expresidente Alan García, que se declara perseguido político cuando es investigado por presuntos actos de corrupción en su país.
“Nuestra democracia garantiza la independencia de poderes y el debido proceso”, apostilló Vizcarra en un mensaje en la red social Twitter, donde replicó un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú en el que confirma la decisión del Ejecutivo uruguayo.
Al asilarse, García se aferró a la Convención sobre el Asilo Diplomático de 1954, que establece que esta medida de protección no procede cuando ya existe un proceso o una imputación en marcha en el fuero judicial por delitos comunes, como es el caso del controvertido expresidente peruano.
Así quiso repetir la misma estrategia que utilizó en 1992 cuando fue asilado por Colombia y eso le permitió eludir una acusación por presunto enriquecimiento ilícito durante su primer mandato presidencial (1985-1990) hasta que los delitos prescribieron en 2001, tiempo en el que residió en París.
Las investigaciones actuales se centran en investigar si altos funcionarios del Gobierno de García presuntamente recibieron hasta 14 millones de dólares en sobornos por parte de Odebrecht, según declaró en las investigaciones un ejecutivo de la compañía.
Los presuntos sobornos a las altas autoridades del Ejecutivo se dieron durante el segundo mandato de García (2006-2011), donde la Línea 1 del Metro de Lima fue considerada una de las obras más emblemáticas de su período presidencial.