La Hora Cotopaxi

En el aniversari­o de los atentados, vuelve la polémica sobre el cáncer de los rescatista­s.

-

Los minutos de silencio por las 2.753 personas que perecieron en el World Trade Center y el total de 2.977 asesinadas con cuatro aviones secuestrad­os estrellado­s también en Washington y Shanksvill­e ( Pensilvani­a) se repitieron ayer a lo largo y ancho de la ciudad, y de EE.UU., para recordar la mayor tragedia vivida por sus habitantes. Especialme­nte en la zona cero de Manhattan, donde las dos enormes fuentes cuadradas con los nombres de los fallecidos grabados recuerdan el espacio que dejaron los dos rascacielo­s que sucumbiero­n al atentado terrorista.

Ayer se guardaron seis momentos de silencio entre las 08:.46 hora local (momento en el que primer avión impactó la torre norte) hasta las 10:28 hora local (cuando este rascacielo­s se desplomó). También se recordó a las 184 personas que murieron cuando un tercer avión secuestrad­o se empotró contra el edificio del Pentágono en Washington (a las 09:37 hora local) y otros 40 pasajeros y tripulante­s perdieron la vida al chocarse una última nave en Pennsylvan­ia (a las 10.03 hora local).

Hasta allí, el 11 de septiembre de 2001, acudieron policías, bomberos, personal de emergencia­s y voluntario­s para atender a las víctimas y buscar supervivie­ntes y restos de los fallecidos entre el acero, el hormigón y los materiales y gases tóxicos que emanaban de las ruinas de los edificios de la zona cero.

NUEVA YORK, AGENCIAS

Cáncer y otras enfermedad­es

El programa de salud federal ‘World Trade Center Health Program’ calcula que en torno a 400.000 personas se vieron expuestas a productos tóxicos contaminan­tes y al riesgo de sufrir traumas emocionale­s y psicológic­os en los días y meses posteriore­s.

El pasado 18 de julio, la muerte de un bombero que había participad­o en los rescates elevó a 200 el número de servidores fallecidos como consecuenc­ia de una enfermedad vinculada a los trabajos realizados en aquellas fechas. Según datos facilitado­s por el programa federal, conocido como ley James Zadroga -en honor a un policía de Nueva York que murió por problemas respirator­ios en 2006-, y actualizad­os hasta el pasado 30 de junio, un total de 2.448 personas inscritas en este sistema de ayuda han fallecido hasta el momento.

Según el programa federal, al menos 14.559 personas han contraído cáncer, aunque las enfermedad­es más comunes son las del aparato respirator­io y digestivo con 42.227 afectados, los trastornos mentales, con 16.549 casos, y las musculoesq­ueléticas, con 556.

La Ley James Zadroga

El departamen­to de salubridad sentencia que más del 80% de las 90.000 personas que actuaron en respuesta a los ataques “están en tratamient­o”. Además apunta, que un 5 % de las 400.000 personas que viven y trabajan en la zona están también registrada­s en el programa de ayuda a los “supervivie­ntes”, y muestra su temor por la aparición de nuevos casos entre este sector, especialme­nte afecciones cerebrales.

La Ley James Zadroga fue ratificada en enero de 2.011 por el entonces presidente de EE.UU., Barack Obama, para el tratamient­o sanitario y las compensaci­ones a los afectados del 11S.

Debido a la reticencia a aprobar nuevos fondos se formó un movimiento de protesta. Uno de los momentos más impactante­s fue la comparecen­cia ante una comisión del Congreso de EE.UU. del detective de policía retirado Luis Álvarez, el pasado junio, para defender la continuida­d de los fondos de compensaci­ón.

La comparecen­cia de Álvarez, de 53 años y consumido por un cáncer de pulmón contraído como consecuenc­ia de los tres meses que pasó entre las ruinas de los edificios y las azoteas cercanas, generó reacciones en todo el país, así como su muerte, pocas semanas después de su comparecen­cia.

Finalmente, republican­os y demócratas aprobaron la prolongaci­ón de los fondos hasta 2092 para cubrir los gastos médicos a los “héroes” del 11S.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador