Tres fases para evitar los despidos masivos
Tanto el Gobierno como multilaterales como el Banco Mundial (BM) proyectan que la economía decrecerá un 6% en 2020, como consecuencia de los impactos de la expansión del Covid-19. Esto provocaría una pérdida de entre 500.000 y 750.000 empleos formales. Esta situación podría incluso agravarse si no se toman medidas agresivas para sostener la actividad productiva y las empresas.
Ante esa situación, el ministro de Economía, Richard Martínez, explicó que se busca evitar la destrucción del empleo y los cierres masivos a través de acciones divididas en tres etapas.
Mientras duren las restricciones, que es la fase llamada de resistencia, la prioridad será la salud y la red de protección social. Así, se invertirán más de $900 millones para fortalecer la atención médica y aumentar la cobertura del Bono de Protección Familiar ($60 mensuales) a 3 millones de familias.
Con el fin de impedir que las empresas entren a una espiral de iliquidez, las acciones están encaminadas al diferimiento en los pagos de impuestos; implementación del teletrabajo y la reducción, modificación y suspensión de la jornada laboral; refinanciamiento y ampliación de líneas de crédito.
Nuevas propuestas
Para fortalecer esas medidas, y preparar el terreno para la fase de recuperación (último tramo de la cuarentena y activación gradual de producción), a través de un nuevo Decreto Ejecutivo, se ampliará el diferimiento de impuestos, por seis meses, a pequeñas y medianas empresas.
La primera normativa estableció ese beneficio solo para turismo, líneas aéreas, agricultura, exportadores, microempresas y Galápagos.
Ese decreto incluirá el aplazamiento, hasta por tres meses, de los pagos del aporte patronal, pero solo para las microempresas.
El Ministerio del Trabajo emitió un acuerdo donde se exige que, en 24 horas, se deberán registrar, en el Sistema Único de Trabajo, los fundamentos que sustenten la terminación de contratos por fuerza mayor. Los empleadores que no realicen ese registro serán sancionados con hasta 20 salarios básicos.
Nueva realidad, nuevo marco legal
Para la fase de reactivación se establecerá un régimen que permitirá que todos los aspectos relevantes para el funcionamiento de la economía se puedan acordar. Por ejemplo, para evitar despidos se podrán consensuar nuevos salarios; jornadas diferentes de trabajo; extensiones de plazos y períodos de gracia para las deudas, reducciones de cánones de arriendo.
Las empresas que se acojan al régimen de acuerdo entre partes no podrán pagar dividendos y deberán comprometerse a preservar las fuentes de trabajo que se hayan acordado. A cambio, se ofrecerán apoyos crediticios y de liquidez.
En los casos en que no haya acuerdo y se llegue al cierre, habrá un régimen de liquidación, con vigencia de 2 a 3 años. Los trabajadores estarán arriba en la prelación de pagos, es decir, serán los primeros en cobrar con base en los activos que entren a la liquidación.
750 MIL empleos podrían perderse con la crisis.