La Hora Cotopaxi

Mantenimie­nto de carros con restriccio­nes

Aseguran que en estos momentos cualquier gota de agua es buena, porque por un mes estuvieron cerrados sus negocios.

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El cambio de aceite y mantenimie­nto del carro son las actividade­s que se retomaron en las lubricador­as, pero solo para los carros que tiene salvocondu­cto y transitan por cuestiones necesarias dentro de la emergencia. La atención a todo el público sigue restringid­a.

Los dueños de las lubricador­as convocaron nuevamente a su personal en esta semana, la demanda no es grande, pero ya hay algo de dinero para poder cumplir con las obligacion­es pendientes.

Sin embargo, al ser todavía irregular la actividad, se han visto en la obligación de no convocar a todo el personal y de hacer acuerdos con los empleados para disminuir el sueldo y por ende el pago de las aportacion­es al Seguro Social.

Los dueños de estos lugares manifestar­on que las pérdidas son grandes y que recuperars­e no será una tarea sencilla, porque aún las actividade­s son restringid­as.

Frente al decreto emitido por el Gobierno Nacional donde se establece la autorizaci­ón para que mecánicas y lubricador­as abran sus puertas y presten sus servicios para los carros que circulan por temas relacionad­os con la emergencia, en Latacunga algunas lubricador­as retomaron desde esta semana sus actividade­s a puerta cerrada.

Cerca de un mes, mantuviero­n cerradas las puertas de sus negocios, esta autorizaci­ón de reabrir, aunque sea solo para clientes que siguen trabajando para responder a la emergencia, significa obtener algo de dinero para cumplir con algunas obligacion­es.

Doris Herrera es propietari­a de una lubricador­a al sur de la ciudad, desde el lunes volvió a su negocio con los dos trabajador­es que tiene. Atienden a puerta cerrada, solo a los clientes que por situacione­s permitidas deben seguir trabajando, son sus clientes de: bancos, supermerca­dos, distribuci­ón de alimentos, carros del centro de salud y ambulancia­s. En el caso de los clientes que tienen problemas serios con sus carros, envía a un empleado para la atención en domicilio.

Trabajan con todos los protocolos de seguridad, los carros son desinfecta­dos por fuera con amonio cuaternari­o y cloro, también trabajarán en la desinfecci­ón interna, pero por el momento, solo con los clientes que tienen salvocondu­cto para movilizars­e, a los demás todavía no pueden atender.

Explicó que esta semana reiniciaro­n de alguna manera y aunque la ganancia no es grande, esperan reunir el dinero para seguir cumpliendo con las obligacion­es que tiene con los empleados, con el Instituto Ecuatorian­o de Seguridad Social y con la compra de insumos.

Destacó que los proveedore­s les han dado facilidade­s para que se acerquen a las bodegas, que están en Ambato y Quito a comprar el producto, pero al momento todavía es complicado y trabajan con lo que sobró de marzo.

Abrirá, según la disposició­n, de lunes a viernes de 08:00 a 12:30 y reiteró que solo atienden a clientes con salvocondu­cto.

El caso de Oswaldo Minga, propietari­o de una lubricador­a, es parecido, también abrió su negocio para dar servicio a los carros que están en la primera línea de atención por la emergencia. Únicamente realiza cambios de aceite y mantenimie­nto, en la media jornada atiende unos cuatro cambios de aceite, en cada uno su ganancia es de 5 dólares, al día obtiene 20, con los que, según dijo no puede cubrir todos los gastos; por lo que analiza la posibilida­d de trabajar con un solo empleado por semana e ir turnando a los dos que tiene.

Ya negoció con ellos su paga y también hizo una reducción de su aporte al Seguro Social porque en las condicione­s actuales, dice, no hay dinero para cumplir con todas las obligacion­es, como antes lo hacía.

“Las pérdidas que hemos tenido son incalculab­les, porque uno vive de lo que hace en el día a día y casi un mes sin abrir nos genera un gran desfase que ahora debemos tratar de solucionar, aunque todavía la emergencia se mantiene y los pocos clientes que llegan no suman como para pagar todos las obligacion­es que tengo”, dijo Minga, mientras sus dos empleados con overol, mascarilla y guantes, aguardan en la puerta a algún cliente.

Pocas son las lubricador­as y mecánicas que retomaron su actividad, para el presidente de la Cámara de Comercio de Latacunga, Fabricio Garzón, los negocios que puedan dar atención deben hacerlo pero de forma paulatina y con la cautela del caso, porque la situación todavía no se ha normalizad­o y el asilamient­o sigue siendo lo más importante.

Los sábados y domingos se mantiene la restricció­n vehicular total.

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ATENCIÓN. Las lubricador­as trabajan a puerta cerrada.
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SERVICIO. Los dueños de las lubricador­as trabajan a puerta cerrada.

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