Organizaciones sindicales están inconformes con las medidas del Gobierno
Las políticas económicas propuestas por el Gobierno Nacional, para enfrentar la crisis sanitaria y económica que atraviesa el país, no son vistas con buenos ojos por la clase trabajadora, consideran que es un golpe al bolsillo de los ecuatorianos, mientras el Gobierno sigue cumpliendo con sus obligaciones con el extranjero.
“No se puede sacrificar solo el bolsillo del pueblo, mientras a los empresarios y banqueros se les da facilidades y hasta se les ha condonado deudas, los trabajadores tenemos derechos que nos los hemos ganado con lucha y estos no pueden ser violentados de la noche a la mañana”, dijo.
Destacó que con el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) y con la Unión General de Trabajadores del Ecuador (UGTE) han expresado su inconformidad ante las medidas adoptadas, porque en lugar de exigir sacrificios al pueblo, el Gobierno pudo dejar de pagar la deuda externa y enfrentar la crisis, además de poner mano dura con los que más tienen, pero no dejar la mayor carga a los trabajadores.
Destacó que, por las circunstancias que vive el país al momento, mantienen la cautela, pero están vigilantes de que no se irrespeten los derechos de los trabajadores, porque tiene denuncias de empleados de las florícolas a los que se les pide que firmen su renuncia bajo la promesa de que en tres meses se les volverá a contratar. Otros empleados de la salud, han denunciado que no cuentan con la indumentaria necesaria para realizar su trabajo.
Situaciones que son seguidas de cerca para establecer con los abogados los mecanismos adecuados para que los empleadores garanticen la seguridad laboral de los trabajadores.
Guilcamaigua añadió que, según el panorama y los decretos aprobados por el Gobierno, se avizora una ola de despidos y el aumento del desempleo; por lo que, anunció que se incrementarán los juicios laborales, ya que los derechos de los trabajadores no pueden ser violentados.
Expresó que, esperan ver cuál será la actuación de los asambleístas de Cotopaxi en la aprobación o desaprobación de estas medidas del Gobierno, que son atentatorias para los trabajadores.