La Hora Cotopaxi

La dulce tonada del bombero trompetist­a

Lleva ocho serenatas en distintos sectores de Quito. Lo hace subido en la parte más alta de un carro escalera.

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En todo el mundo hay historias de músicos que tocan para que los vecinos disfruten un momento, pese al virus y la cuarentena. Ecuador tiene su propia historia. Desde la parte más alta de un carro escalera, Luis Quimbita seduce con su música.

Luis Quimbita dice que las oportunida­des hay que tomarlas cuando se presentan. Aunque su sueño era ser profesor de música piensa que el destino quería hacerlo bombero. Y lo consiguió.

Luis, latacungue­ño de 30 años, recuerda que en 2014 cursaba sus estudios en el conservato­rio. Sin explicar las razones, dice que no pudo seguir: “Entonces, hubo un llamado inesperado de los Bomberos, que querían formar urgentemen­te la banda, para tocar en las fiestas de Quito”.

Desde entonces, Luis es parte de la ‘casaca roja’ y hoy, es reconocido por llevar, desde las alturas, música para quienes se encuentran en cuarentena.

Como miembro del Cuerpo de Bomberos de Quito, el trompetist­a padre de dos niñas, de 10 y 6 años, ha vivido un sinnúmero de emergencia­s. Aunque conoce sobre primeros auxilios nunca se imaginó que su música se convertirí­a en el ‘remedio’ de muchos, durante la emergencia sanitaria que vive el país, a raíz del brote del Covid-19.

Desde un carro escalera, a 20 metros de altura, Luis entona las notas del tradiciona­l ‘Chulla quiteño’ ante la mirada de quienes se asoman a la ventana y al unísono cantan: “Yo soy el chullita quiteño, la vida me paso encantado. Para mi todo es un sueño, bajo este mi cielo amado”.

“Qué le diré, se me estremeció el cuerpo, los ojos se me llenaron de lágrimas. Fue lindo, nos llenó de esperanza. Yo les agradezco mucho a los señores bomberos por ese gesto”, dice Rosita Taco, de 61 años, quien desde su departamen­to, en el sexto piso de un condominio en Quitumbe (sur de Quito), disfrutó de la serenata.

El uniforme pesa

Hasta el momento, Luis ha dado ocho serenatas en el norte, centro y sur de la capital: “Cuando llegamos, la gente se preocupó, pensaba que había alguna emergencia. Ya cuando subí y empecé a interpreta­r las melodías, comenzó la gente a salir a sus balcones y fue una acogida tremenda. Aplaudían y pedían una más, una más”, recuerda con alegría el músico que tenía planificad­as dos canciones y terminó tocando cinco.

Al ser parte de la banda de los bomberos, la indumentar­ia que Luis usa, diariament­e, es ligera. Para los conciertos ‘al balcón’ debió vestir el uniforme para incendios estructura­les, que es bastante pesado; pues tiene tres capas de tela, más las botas y el casco. “Sí me cogió de nuevo llevar ese peso, más la altura y tocar la trompeta, pero se lo hace con todo el cariño”, dice.

En todas las serenatas el ambiente es el mismo. La gente sale con banderas, camisetas de Ecuador y carteles que llevan frases como ‘gracias’ o ‘yo me quedo en casa’.

La idea de las serenatas nació del comandante del Cuerpo de Bomberos, Esteban Cárdenas, quien vio a colegas de otros países hacerlo. “¡Toda dificultad se supera mejor con una melodía! Recordarle­s que con esperanza podemos salir adelante”, dicen las redes sociales de la institució­n.

La gran acogida que ha tenido el proyecto ha hecho que ahora exista un cronograma para próximas presentaci­ones. “En esta semana están previstas algunas, los lugares no los tengo claros, depende del grupo que esté de guardia”, dice Luis.

Homenaje a Guayaquil

Conmovido por lo que pasa en Guayas, territorio donde se aloja el 70% de los contagios del país, Luis rindió un homenaje a su capital: Guayaquil. Desde el estacionam­iento de un centro comercial de Quito y acompañado por la bandera de Ecuador, tocó ‘Guayaquile­ño, madera de guerrero’.

“Yo lloré. Toquen trompudos, dije. Porque tocar esa canción con la trompeta es señal de buenos pulmones, que es lo que ahora necesitamo­s”, dice Johanna Torres, moradora del sector, quien compartió un video de lo sucedido en sus redes sociales.

Aunque Luis nunca se imaginó ser bombero, dice que hace su trabajo con mucha vocación. “Me gusta servir a la ciudadanía y más ahora que puedo hacerlo con música”.

Para él, esta atípica situación genera una mezcla de sentimient­os. “Me da nostalgia y alegría ver el rostro de la gente que se emociona con una pequeña serenata que se les puede llevar. Me apena que no puedan bajar y bailar todos juntos”.

Otro momento que lo conmueve es cuando su esposa y su hija mayor le piden que por favor se quede en la casa. “Porque ella (la mayor) sí entiende lo que pasa, lo que es el coronaviru­s, la chiquita antes no”.

Por eso, Luis dice que la mejor retribució­n que podría darle la ciudadanía es cumplir las normas establecid­as. “Nosotros, los bomberos, nos debemos a la comunidad y estamos dispuestos a realizar cualquier labor que esté a nuestro alcance”, indica el hombre que aprendió a tocar la trompeta cuando tenía 15 años.

tiene la banda del Cuerpo de Bomberos de Quito. El repertorio incluye albazos como ‘Toro barroso’, ‘Así se goza’ y ‘Desdichas’.

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 ??  ?? PERSONA. Luis Fernando Quimbita Quimbita estudió música antes de ser bombero.
PERSONA. Luis Fernando Quimbita Quimbita estudió música antes de ser bombero.
 ??  ?? REACCIÓN. La gente agradece el gesto de los bomberos con sonrisas y aplausos.
REACCIÓN. La gente agradece el gesto de los bomberos con sonrisas y aplausos.

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