Vertiente podría volver a dañar carretera Esmeraldas-quinindé
La semana anterior con las lluvias colapsó un tramo de la carretera Esmeraldas-quinindé.
Comuneros del recinto Chaflú, de la parroquia Chinca, advierten de un daño a un costado de la carretera. La afectación está a unos 50 metros de donde el pasado lunes se registró el hundimiento de la vía, en el kilómetros 34 de la carretera Esmeraldas-quinindé.
Regulo Carrera y Pedro Blandón, quienes tienen sus negocios de frutas cerca al hueco que se ha formado por la filtración de agua, dijeron que el daño es producto de una alcantarilla que hace un año fue reparada, pero a los seis meses colapsó y hasta la fecha no ha sido arreglada.
A unos 50 metros de donde el pasado lunes se registró el hundimiento de la vía, en el kilómetros 34 de la carretera Esmeraldas-quinindé, en el poblado de Chaflú, comuneros advierten de otro daño que existe a un costado de la estatal E20.
Ayer, Regulo Carrera y Pedro Blandón, habitantes de ese recinto de la parroquia Chinca, dijeron que el daño que advierten es producto de una alcantarilla que hace un año fue reparada, pero a los seis meses colapsó.
Los dos hombres vendedores de frutas que tienen sus negocios a unos 30 metros del asentamiento de la capa asfáltica y un profundo hueco, dijeron que no se ha canalizado bien el agua que baja por una vertiente desde la loma. Voces de la experiencia
“No somos técnicos, pero conocemos muy bien esta zona y sabemos que es un área de vertientes. Lo que deben hacer las autoridades es canalizar bien los ‘ojo de agua’, para que no se den constantemente los asentamientos del terreno en cada invierno”, coincidieron en afirmar los comerciantes.
Regulo y Pedro, también creen que con otra lluvia fuerte, nuevamente podría dañarse la vía en el tramo donde se hundió y fue reparada, pues, afirman que solo se ha colocado material relleno y no se ha hecho un trabajo para canalizar el agua de la vertiente que se filtra en el sitio.
Explicaron que el miércoles último la vía fue habilitada al tránsito normal en los dos carriles. Durante los tres días que trabajaron reparando el daño, ellos perdieron dinero, pues, no tuvieron venta de sus frutas, porque los viajeros no hacían paradas como siempre suelen hacerlos por el daño que existía. Desde ayer esperaban mejor las ventas.