Dictadores del siglo XXI
Poderosos intereses económicos sostienen a Nicolás Maduro y Daniel Ortega en el poder, como dictadores civiles en Venezuela y Nicaragua, respectivamente. Es ampliamente declarada la protección de Rusia y otros gobernantes de Europa, a los dos sátrapas. El grupo de Lima y la OEA, acertadamente han desconocido el gobierno de Maduro, así debemos hacerlo todos los organismos sociales políticos y pueblos de todo el planeta, tanto con Maduro como con Ortega y otros tiranos sanguinarios que mantienen guerras por negocio, estrangulan, ahorcan y fusilan a gente inocente por el delito de reclamar sus derechos amparados en la Constitución de sus países.
Esta adicción criminal, en muchos casos mercenaria, afecta
muy gravemente al derecho supremo de la inviolabilidad de la vida que es principio humano superior. Debemos crear tribunales con jurisdicción internacional, como el de Núremberg que juzgó a los generales nazis que mataron a judíos, para que juzguen a estos criminales de guerra del siglo XXI, que promueven matanzas masivas por cualquier motivo, abusando de su poder militar y económico: Crímenes de lesa humanidad, ambición de perpetuidad en el poder, celo político o por cualquier otro motivo deben ser sancionados con la pena capital.
Gabriel García Moreno fue tirano y su teoría se cumplió: “El que con cuchillo mata, que con cuchillo muera” y con cuchillo murió, así deben morir todos los que cometen crímenes de lesa humanidad. Los bancos son ricos por los depósitos de comerciantes y ciudadanos ahorristas, las potencias mundiales como China y Estados Unidos, son poderosas por las negociaciones, el poder económico, político y los abusos que hacen
con naciones pequeñas llamadas del tercer mundo; tomemos decisiones radicales; o las potencias se alinean en el respeto a la vida o asumimos el estilo autónomo aborigen, de no tomarlos en cuenta y por el contrario dedicarnos al cultivo de la tierra y el intercambio de productos por medio de trueque que nos permita existir con comodidad creativa y comunitaria, y no con lujos extravagantes.
Abram Lincoln sacrificó su vida por la liberación de la esclavitud; Eloy Alfaro y Luis Vargas Torres, por incorporar la igualdad de género y la educación Laica, después de tanto sacrifico ahora no somos tan libres, vivimos la esclavitud del capitalismo, imposición que incluye políticas neocoloniales. En todo país tiene que prevalecer la Democracia, por lo tanto, el presidente del Congreso Venezolano Juan Guido que asuma el poder interino para preparar elecciones democráticas, así como también Daniel Ortega en Nicaragua.