Embarazo o los estudios, reto de las adolescentes
El Ecuador es el tercer país en la región con la tasa más alta de embarazos en adolescentes.
Desde 2006 hasta 2016, de los más de 80 mil niños que nacieron de madres menores a 19 años, 4.393 fueron de Esmeraldas, según se precisa en las estadísticas del Ministerio de Salud. Dentro de esa tasa, muchas de ellas se encuentran en período escolar, por lo que la decisión recae en desertar o continuar con sus estudios.
Los jóvenes universitarios de Esmeraldas, en este caso con un criterio más formado, rescataron la gran responsabilidad que deben asumir las menores, pero también aconsejan persistir en la educación, porque solo con ella podrán otorgarles un mejor futuro a sus hijos.
El embarazo en adolescentes se ha convertido en una prioridad de salud pública, según se menciona en el Plan Nacional de Salud Sexual y Reproductiva 2017-2021, del Ministerio de Salud, detallando al Ecuador, como el tercer país de la región con la tasa más alta de embarazos en adolescentes, en edades comprendidas de los 10 a los 19 años.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), señala que unas 16 millones de muchachas de 15 a 19 años y aproximadamente 1 millón de niñas menores de 15 años dan a luz cada año, estimando un promedio en América Latina y el Caribe, en 66.5 nacimientos por cada 1,000 niñas de entre 15 y 19 años.
Ante estas cifras representativas, Esmeraldas está catalogada como una de las cinco provincias con mayor índice de embarazos adolescentes, que desde 2006 hasta 2016 de los más de 80 mil niños y niñas que nacieron de madres menores a 19 años, 4.393 fueron de Esmeraldas.
No dejar los estudios
Si bien muchas de ellas atraviesan un proceso de gestación o post parto durante su período escolar, un grupo de jóvenes esmeraldeños las aconseja y precisa que no deben abandonar sus estudios, sino asumir sus responsabilidades y persistir sobre todo en la educación.
“Ella debe continuar con sus estudios porque solo así le podría dar un mejor futuro a sus hijos, debe prepararse para poder trabajar y que el niño conozca a futuro el esfuerzo que hizo su mamá”, opina Yomira Ruano, quien deja claro que los adolescentes no deben atravesar aún por esa etapa, pero también está consciente que la realidad es diferente.
En aquello está de acuerdo Adriana Verduga, señalando primero que las señoritas deben darse a respetar, terminar su carrera secundaria y pensar inmediatamente en la universidad, no obstante, reconoce que en los principales institutos existen estudiantes embarazadas o madres, quienes deben empoderarse y demostrar un gran ejemplo de superación.
Mayor confianza
“Ella no tiene que dejar de luchar
por lo que quiere, porque realmente todo joven desea tener su título, ser profesional y si está esperando un hijo tiene que tener mayor confianza en sí misma, porque de eso dependerá darle un buen futuro a ese pequeño”, aconseja Luis Miguel Cedeño.
Determinar las prioridades y analizar cada punto de su vida actual como futura madre, propone Eric Bravo a las adolescentes, porque asegura que si bien un hijo es una gran responsabilidad, ellas aún están en un período decisivo consigo mismas, por ello, es necesario que hablen con los padres y orientadores profesionales que las guíen en este riguroso proceso.
“Debe buscar ayuda, apoyo incondicional de sus padres, estar consciente de su realidad y de los duros momentos que le esperan, no es el fin del mundo, pero sí el comienzo de algo lindo, sí se lo maneja adecuadamente”, sugiere Dayana Intriago, a las menores que atraviesan esta situación en el momento, en donde las autoridades tanto de Salud como de Educación, no pueden pasar por alto.