¡Viva la Patria!
¡Viva la Patria!, decía el expresidente Ábdala Bucaram mientras era llevado a la Unidad de Flagrancia del Cuartel Modelo en Guayaquil. Sí ¡viva!, ¡viva! Viva para servir a los “vivos”, a los “sabidos”, a los “más bacanes”. Así lo oí una vez al exmandatario referirse a los corruptos de otros gobiernos. Tantos otros juraron defender la Patria, pero resulta que es la nación quien termina defendiéndose de ellos, de los corruptos.
Qué los jóvenes son el futuro del Ecuador, pues será otra generación, pues la de los acaudalados gerentes de hospitales públicos, la de aquellos que no poseen ni una laptop, la de quienes dijeron en su momento: cortar las manos a los ladrones de cuello blanco y corbata, esa generación que decían defender con ahínco la justa construcción de un decente hospital a Pedernales, todas son unas generaciones perdidas.
Esa vida que llevaban de gastos, perfumes caros, ropa de marca y costosa comprada en boutiques americanas, extravagantes y pomposas fiestas de cumpleaños por zonas “peluconas-aniñadas” e incluso en Miami. Cada quien hace con su dinero lo que a bien le plazca, sí, así es, ellos deciden ser así pues están en todo su derecho, lo que no es justo es que abusen de los cargos que ostentan y empiecen a saquear el dinero público que no es de ellos, pero lo manipulan y se apropian para seguir con sus avariciosas vidas.
Me asombra que una persona de Manabí, que palpó en carne propia los hechos y secuelas del terremoto de abril de 2016, no tenga conciencia del desastre que viven sus coterráneos al no poseer un digno hospital, y deban atenderse en carpas. Eso no es ser condescendiente con quienes más fueron afectados. Públicamente y a través de este espacio he manifestado mi opinión acerca de la urgente necesidad, de ese cantón manabita, de tener un centro sanatorial equipado y que satisfaga sus necesidades.
Cuatro años, dos gobiernos y tras eso hurtar los fondos para su construcción, eso es ser protervo. Dentro de mí no asimilo aún que existan personas que usufructúen el dinero público en favor de ellos mismo para enriquecerse. ¡Por Dios!, la gente se está muriendo en los hospitales. Las calles llenas de personas, unos irresponsables pero otros salen a buscar el pan del día. Viva debe estar la Patria para quienes laboran honestamente, Que siga viva la Patria para que castigue las “vivezas” de los “vivos”.