Cambió el cómo atender al público
Quienes tienen locales llegaron a trabajaron al margen de la ilegalidad, mientras que los informales aumentaron.
Una cinta amarrilla con la palabra “peligro” escrita en negro, es la imagen recurrente en los exteriores de peluquerías, zapaterías, locales de accesorios tecnológicos, almacenes de ropa e incluso tiendas de productos de primera necesidad en la ciudad de Esmeraldas.
La intención no es alejar al cliente, sino que demostrarle al Comité de Operaciones de Emergencias (COE) Cantonal, que sí están cumpliendo con el acuerdo de atender al público respetando las normas de bioseguridad.
Junto a la franja se ubica estratégicamente un trabajador que le recuerda al peatón, con voz de vendedor desesperado, que sí están atendiendo con ‘normalidad’. “Venga, venga, pase con confianza ¿en qué le puedo ayudar?”, “amigo, amiga, pregunte, siga, siga…tenemos descuentos”, son algunas de las frases de los enganchadores.
Se viene el amarillo
La urgencia tiene una lógica. La emergencia sanitaria generada por el Covid y que obliga al confinamiento en casa, mientras la ciudad permanezca en rojo, hizo que comerciantes formales obligados a pagar arriendo, servicios básicos y trabajadores, desde marzo bajen sus ventas y en algunos casos se reduzcan a cero. Como alternativa aplicaron el servicio a domicilio, pero no tuvo la afectividad esperada
El acuerdo, según lo explicó ayer el coordinador del ‘Frente Productivo de Esmeraldas’, Víctor Orellana Ocaña, es que los comerciantes atiendan con la puerta de ingreso hasta la mitad, que no permitan aglomeraciones, usen y exijan al cliente la mascarilla y hagan las desinfecciones necesarias para evitar contagios masivos del virus.
“Se abrieron los locales porque amablemente se acordó con la alcaldesa Lucía Sosa, quien también es presidenta del COE, que se atienda esta semana como un ejercicio previo a pasar de rojo a amarillo”, lo explicó en contacto telefónico.
Irrespetos
La funcionaria dijo públicamente que para el 23 de junio tiene previsto pasar de rojo a amarillo. Ese cambio dependerá, lo dijo con énfasis, del comportamiento de la comunidad, por cuanto la queja recurrente de los entes de Salud y Seguridad es que la gente no respeta el distanciamiento social ni el toque de queda; también se reportan casos de quienes burlan del cerco epidemiológico.
Por ahora de los siete cantones de la Provincia ‘Verde’, solo Atacames, Rioverde y San Lorenzo están en amarillo. En cambio, Quinindé, Muisne, Eloy Alfaro y Esmeraldas se mantienen en rojo.