Meditación
En tiempos de confinamiento; los seres humanos, por la falta de comunicación con familiares y amigos, sufrimos alteraciones de las funciones cerebrales, luego los psiquiatras han diagnosticado el síndrome de la covacha, hay síntomas como insomnio, estrés, ansiedad, y hasta pánico en algunas personas; obviamente es una situación que el cerebro crea, como un mecanismo de alarma, para que el sujeto se defienda.
Hipócrates afirmó que la risa es un mecanismo de curación; con el avance de las investigaciones, la Universidad de Boston en los Estados Unidos, ha logrado con tomografías al cerebro, captar, como los estados de ánimo, pueden cambiar la química cerebral; dependiendo de sus pensamientos, que luego se traducen en sentimientos, su cerebro va a generar hormonas, que pueden ser beneficiosas para la salud; estudiosos como Choopra, Alonso Puig, Eduardo Calixto y otros, afirman que en momentos de preocupación, en la mayoría de seres humanos sufre ansiedad, para lo cual actúa un mecanismo muy complejo, en el que intervienen, el hipocampo y las amígdalas cerebrales ,las que mandan información inteligente a las glándulas suprarrenales, para que segreguen adrenalina, al torrente sanguíneo, con lo cual los músculos se ponen tensos, alterándose ciertos signos vitales como el pulso, la presión arterial, sudoración, frío, calor, ganas de correr, y pensamientos negativos, que generalmente tienen que ver con el pasado o el futuro, muchos piensan en esos momento y si siempre pensando en lo peor que puede pasar. Ahora bien, la recomendación de los sabios, es que hay que enfrentar las manifestaciones de angustia, miedo o ansiedad, con algunas estrategias, como, hacer deportes, tomar omega 3, tener un amigo o familiar con quien conversar, música, lectura, y meditar por lo menos veinte minutos diarios, lo cual va a generar tranquilidad en su organismo, produciendo hormonas que dan alegría como las endorfinas y dopamina que son los elementos de la alegría; y elevan el sistema inmune.