Con total indignación
Y al mismo tiempo con tremenda preocupación, los lojanos recibimos la noticia del robo perpetrado hace pocos días al Hospital ‘Isidro Ayora’ de nuestra ciudad.
Bueno, no es para menos, si las cosas en el país en cuanto a robo, hurto, corrupción, etc., andan como andan, Loja no podría ser la excepción; tenía que suceder algo que nos llamara la atención, como para que los lojanos salgamos un poco del letargo al que nos estamos acostumbrando y no nos deja ver.
No ven, nos clavaron un cobro
por parte del Municipio, por un Plan de Mejoras, aduciendo que han construido unos puentecitos y nos arreglaron unos parques, todo para que Loja quede chévere, y la ciudadanía callada y sumisa lo aceptó; pero como los vecinos no cuentan nada, casi no han estado endeudados, por tan buenos administradores que son, esa es la actitud, y como ya se viene el Festival de la Artes Vivas, todos a olvidar.
Además, esto del robo al Hospital parece es costumbre, así lo dio a entender la asambleísta Jeannine Cruz (El Expreso, 08/11/2018), quien adujo, que ya son tres los robos cometidos en esta casa de salud, en lo que va del 2018.
Como quien dice, con un tono algo cantinflesco, tan fácil resultara entrar, forzar las puertas y sacarse los equipos; como no hay guardias, ni cámaras, ni personal de turno y cualquier
vehículo puede entrar al parqueadero de la institución, todo resulta más fácil.
A suposición imagino, los equipos tendrán un peso razonable, serán algo difíciles de transportar, o simplemente esto ya estaba planificado; como ya es costumbre nada nos debe sorprender; además, 10 años de perfeccionamiento y compas en puestos claves.
Pero bueno para que preocuparnos, como lo supo expresar el señor gerente de la institución, no hay pérdidas económicas, puesto que los equipos estaban asegurados, (La Hora,
07/11/2018), solo costaban USD
101.000.00, que significa eso para el erario nacional, nada, en fin, el seguro cubre todo; entonces que se lleven el hospital, después de todo el seguro nos lo levanta de nuevo, por si acaso lojanos.