Alumbramientos afro y chachis, tradiciones que no deben perderse
El grupo de marimba ‘Santa Cruz’ con el tema Caramba, animó a los presentes.
ESMERALDAS • Una mañana de vivencias ancestrales tuvieron los estudiantes de Enfermería de la Universidad Católica de Esmeraldas, docentes y demás asistentes, que observaron y aprendieron las formas tradicionales como antes de que existieran las casas de salud en las comunidades rurales, eran atendidos los partos afro y chachis.
Durante la dramatización del grupo de mujeres afro, se apreció que la utilización de las plantas medicinales como ruda, mara, orégano, yerba buena, espíritu santo, manzanilla, menta, entre otras, eran utilizadas luego del parto para limpiar los restos de sangre que pudieran quedar en el vientre de la parturienta.
En cuanto a la forma tradicional del alumbramiento de la mujer chachi, también mostraron plantas medicinales que aportan a la buena salud de la futura madre y que el advenimiento del niño sea de gozo, como la Santa María, con cuyas hojas se prepara un baño tibio que sirve para combatir el resfrío.
Rescatar valores
Uno de los estudiantes de la escuela de Enfermería, organizadora de la actividad, Yordy Estupiñán, muy contento dijo que son interesantes esas forma de atender un parto en un área rural y que le gustaría vivir esa realidad, a pesar que ahora la realidad es otra.
El pro-rector de la Universidad Católica de Esmeraldas (Pucese), Aitor Urbina, dijo que el objetivo de la actividad apuntó a rescatar los saberes ancestrales que están en las comunidades invisiblizados y que de alguna manera se los quiere evidenciar, es decir, que hay toda una sabiduría de años y siglos que ayudan a las personas a cuidarse en el embarazo, el parto y post parto.
“Yo creo que poner en relación a la Academia con su método científico y saberes ancestrales es importante, porque todos tienen que aportar para mejorar la vida de las personas”, reconoció Urbina. Agregó que los saberes ancestrales a muchos niveles para todos son importantes, recordando a Juan García, que rescató muchos de los saberes ancestrales en diferentes aspectos de la cotidianidad y de la vida, y que las llevó a la Academia.
Peligro
Advirtió que existe el peligro que muchos saberes desaparezcan, que han sido trasmitidos de sus padres, abuelos y al parecer se está a tiempo donde se quiebra el traspaso de esos saberes a las generaciones, por eso es importante que haya lugares donde se conserven y profundicen este tipo de informaciones.
Felisa Caicedo Cangá, una de las comadronas de la parroquia Colón Eloy, narró que sintió mucha pena y dolor que por los años 1979-1980 eran pocas las comadronas que existían, en su comunidad solo había una y las demás había que irlas a buscar a otras comunidades y eso la motivó a formarse a través de un curso como auxiliar de obstetras.
Caicedo se vio motivada a capacitarse para ayudar a sus compañeras para salvaguardar sus vidas cuando iban a dar a luz, porque para aquella época el Ministerio de Salud no hacía presencia en ese sector, máximo mandaban una persona sin contar con ninguna infraestructura.