Pregunta ineludible
¿Estamos los lojanos en condiciones de percibir, interpretar, comprender y satisfacer, con criterio de sustentabilidad y proyección, las necesidades imperiosas que urge la dinámica cultural urbana, heredera de un abundante, diverso y jamás desmentido protagonismo epónimo en todas y cada una de las manifestaciones de las bellas artes, particularmente de la plástica?
Para adentrarnos en la fascinante dimensión de este asunto ineludible es preciso, de antemano, consolidar un acuerdo ciudadano multilateral enfocado en el significado esencial del concepto “lojanidad”, entendido como ese “estado de conciencia colectiva sustentado sobre la base existencial de valores ético-morales inconmovibles” -lo propusimos en el editorial 79- que nos obligue a todos por igual a pensar y trabajar en la misma dimensión tras la búsqueda pragmática de soluciones oportunas y operativas a la problemática angustiante y desalentadora que viven y padecen los artistas plásticos de Loja, ciudad y provincia, al momento abandonados a su suerte.
Si bien, y somos testigos de ello, en el transcurso de las cuatro últimas décadas de la dinámica cultural de nuestra ciudad, han ido quedando dispersos y olvidados en el camino, significativos y bien intencionados esfuerzos, de agremiación y gestión conjunta de los plásticos lojanos, en procura de garantizar la sostenibilidad, en el tiempo y en el espacio, de la actividad fortaleciéndola y haciéndola competitiva en el plano local, nacional e internacional, sobre la base de la vigencia y observancia de sus carismas identitarios esenciales, los logros conseguidos son poco significativos.
Frente a ello se impone la pregunta ineludible que encabeza este comentario editorial. Tras la búsqueda y concreción de una respuesta oportuna y coherente, es preciso empezar aceptando el hecho de que en nuestra ciudad está dada la necesidad sentida de contar con políticas públicas que garanticen y den sustentabilidad al accionar de los artistas plásticos, toda vez que son parte constitutiva de las fuerzas sociales que, con su actividad y trabajo dinamizan el desarrollo y progreso de la identidad cultural de la sociedad lojana, cargada de óptimos logros ancestrales que exigen perdurabilidad, fortalecimiento y proyección.
Es imperioso que el GAD Municipal de Loja asuma, de una vez por todas y sin fisgo alguno de politiquería farsante, la responsabilidad de contar con el respectivo cuerpo legal institucional que garantice, respalde y sustente la actividad plástica entendida como una gestión social de verdadero y efectivo emprendimiento de desarrollo cultural y económico. Hay que tomar en consideración que nuestras dos universidades cuentan, cada una desde su visión y misión, con ofertas educativas en artes plásticas, ambas cursadas por un considerable número de alumnos que anhelan dedicar su capacidad y potencial humano al cultivo, fomento y desarrollo de las bellas artes, en el fascinante e impredecible ámbito de la plástica. Mas, en la práctica, el contexto sociocultural y geopolítico en el que deben desenvolverse, les es hostil, indiferente e inclusive excluyente. Ello no puede seguir siendo así.
De ello se infiere que la necesidad de contar con un cuerpo legal protector, garantizador y dinamizador del quehacer plástico-artístico en nuestra ciudad es sentida e impostergable, a la vez que ineludible la responsabilidad del GAD Municipal de implementarla y ponerla en vigencia. Hay que darse cuenta de que, al ser nuestra urbe la sede permanente del Festival Mundial de las Artes Vivas, ha adquirido el compromiso de contar con espacios idóneos e implementar infraestructura suficiente para, de esa manera garantizar la sustentabilidad y proyección de evento tan suscitador a favor del crecimiento y globalización de la cultura lojana. Paralelamente a ello es también inevitable la necesidad de fijar y financiar presupuestos institucionales destinados a crear estímulos y a dar garantías al sector humano-social de los artistas plásticos. Sostener y argumentar lo contrario, sencillamente es romper la lógica, y ni Loja, ni la lojanidad está para eso.