El derecho a volver

Cientos de ecuatorianos estamos varados fuera del país. Nuestro derecho a volver, a regresar a nuestro hogar importa, mas, poder hacerlo no es una prioridad para el Gobierno Nacional. La prioridad inmediata es precautelar la salud, la vida y la de todos los que nos rodean, aquellos a quienes queremos, a los que conocemos e, inclusive, a los que no hemos visto nunca.

La crisis sanitaria que enfrentamos en todo el mundo aún escapa a nuestro entendimiento. Ningún país pudo dimensionarla a tiempo. El sumar más ecuatorianos a este peligro sería un grave error, sobre todo en estos momentos en donde la tasa de contagio sigue en crecimiento y la única manera de combatirla es aislándonos. Menos contactos, menos traslados, menos contagiados. La ecuación es clara y es la realidad que debemos enfrentar con disciplina.

Para todos a los que esta pandemia nos ha sorprendido lejos del hogar, no tenemos mayor alternativa que aceptarlo, llenarnos de fuerza y buscar de alguna manera apoyo en las redes de los países que nos acogen. Todos, en cada rincón del planeta están viviendo momentos de crisis y miedo ante la incertidumbre, pero están resistiendo. Nosotros también debemos hacer lo propio aunque esto implique grandes sacrificios.

El coronavirus amenaza la estabilidad macroeconómica y la economía familiar, atenta contra nuestra salud física y mental. Ya nos ha privado de nuestra libertad, no permitamos que también se lleve nuestras esperanzas. El día de mañana, el Ecuador necesita que sus ciudadanos dentro y fuera del país conserven la lucidez para dar los primeros pasos luego de esta emergencia.

Que estos momentos tan desafiantes sean la oportunidad para reencontrarnos, para transformarnos, para dejar de lado el individualismo y valorar más lo que nos rodea. No sabemos qué pasará mañana, sin duda, el mundo ya no será igual, pero hoy tenemos la oportunidad de detenernos por unas semanas y renovar un compromiso con la vida, los nuestros y el país. (O)

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