Economía decrecerá
La caída sería de al menos 3%. El panorama es de menos riqueza y más endeudamiento.
En la situación actual, según la banca de inversión JP Morgan, la economía ecuatoriana enfrenta tres golpes que ahondan los desequilibrios fiscales y profundizan la caída del Producto Interno Bruto (PIB) en 2020: la caída del petróleo, casi nulas exportaciones y la necesidad de más y más deuda.
En primer lugar, el colapso del precio del petróleo (promedio de $26 por barril en el último mes) provoca una inmediata reducción de los ingresos fiscales y las exportaciones. Solo con esto, a criterio de JP Morgan, el déficit en las cuentas públicas se disparará al 5,7% del PIB, es decir, alrededor de $6.100 millones, lo que representa más de $2.600 millones por encima de la meta establecida a comienzos de año.
Alberto Morrillo, economista y analista de mercados internacionales, explicó que la presión por conseguir financiamiento externo aumenta; e impone al Gobierno que actúe con inteligencia para no caer en una cesación de pagos de la deuda externa; pero al mismo tiempo, destinar recursos para priorizar la atención de salud.
En total, la nueva deuda necesaria únicamente para cubrir el hueco fiscal, y hacer frente a una economía en caída, sería de, al menos, $11.900 millones en este año. JP Morgan considera que el país solo podrá conseguir esos fondos mediante créditos de los organismos multilaterales y deuda bilateral. En este último punto, la mayor esperanza está en China, que ha ofrecido entregar en pocos días entre $1.000 y $1.500 millones.
Por otro lado, en el caso del Fondo Monetario Internacional (FMI), además del financiamiento contingente de $500 millones, que también llegaría en el corto plazo, según Guillermo Avellán, economista y director de investigación de Ecuador Libre, se debe avanzar no solo en modificar las metas del acuerdo original, sino ampliar en al menos $2.000 millones las líneas de crédito, con lo que el programa con el multilateral pasaría de $4.200 millones a $6.200 millones hasta 2021. Desplome Además de los problemas fiscales, que por si solos impactan en la economía, el crecimiento se ve afectado por unas exportaciones que, en el mejor de los casos, están en mínimos; y en el peor de los casos, han llegado a cero, como en el sector florícola.
Asimismo, con las restricciones a las importaciones, debido a la caída del comercio mundial, las industrias tampoco pueden adquirir las maquinarias y la materia prima necesaria para sostener la producción.
Estos impactos podrían provocar, siempre y cuando las restricciones no duren más de 60 días, unas pérdidas acumuladas de, al menos, 2,2% del PIB; solo en comercio exterior.
La economía ecuatoriana sufriría un decrecimiento no menor al 2,7% del PIB, lo que significa menos ingreso por ecuatoriano, menos empleo y un mayor riesgo de en la pobreza.