LA AGONÍA DE LA SAÑA
El efecto de las denuncias por redes sociales se produce cuando conllevan investigaciones o información contextualizada o contrastada.
Un sabido legislador incluyó solapadamente una norma para acallar la libertad de expresión y se prendieron alarmas, incluso internacionales. Entonces, tuvo que recular.
El Presidente saliente, asesorado por la exministra del correísmo y actual asesora jurídica de la Presidencia, firmó un decreto para indultar so pretexto de “enfermedades crónicas”; derogando la sapada en cuestión de horas.
El Defensor del Pueblo, repitiendo malas costumbres ya denunciadas, no sobrevivirá ni aplicando el eslogan del capataz, defendiendo tratos “entre privados”.
Quienes buscan un juego limpio y con el apoyo de casi todos los medios, obligaron al
Presidente electo a romper un audaz acuerdo político y permitir que una lideresa, víctima de la tiranía y sometida a una persecución, humillación y ofensa sin parangón en nuestra historia, asuma la presidencia de la Asamblea.
¿Se vislumbra el fin de la era? Si bien pocos latrocinios han sido juzgados gracias a EE.UU., aún faltan los delitos de lesa humanidad. Entre ellos, la persecución contra Llori y muchos otros, sus familias y patrimonios, con la colaboración de fiscales y jueces que no han sido juzgados porque la justicia y la judicatura impulsaron la impunidad con la prescripción.
Si cabe crear alguna ‘comisión’ que sea para abrir los archivos de la Senain y colocar, al menos, los nombres de los sicarios de la dictadura en una nueva placa para que jamás la ignominia regrese al Ecuador.