Igual que Maduro y Ortega
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La decisión del máximo tribunal electoral configura un escenario político complicado, según el sociólogo y analista político Carlos Borth, pues muestra que está sometido al control del Gobierno y pone en tela de juicio su idoneidad para administrar con transparencia el plebiscito presidencial venidero.
“Esta decisión del Tribunal confirma que el proceso electoral no tiene un árbitro imparcial y esto es lo más serio para la democracia boliviana”, afirmó a la AFP.
Para Borth, todo esto puede devenir en “un debilitamiento institucional y que nos acerquemos peligrosamente en lo político a lo que sucede en Venezuela y Nicaragua”, donde sus presidentes Nicolás Maduro y Daniel Ortega soportan una fuerte oposición.