Un dron planta 100.000 árboles en cinco horas
Cuando escuchábamos esta palabra hace unos años, las primeras imágenes que se nos venían a la cabeza son esos vídeos de playas paradisiacas que este aparato es capaz de captar a vista de pájaro. Actualmente, el dron ha pasado de ser extraño a familiar. Ha calado tanto en nuestro día a día que el ser humano ya lo ha transformado en una herramienta de trabajo. La Policía Nacional anunció recientemente la incorporación de drones para sus tareas de vigilancia. Pero estos artilugios tienen otras muchas aplicaciones.
La deforestación masiva es una de las responsables del cambio climático, un problema que inspiró al empresario español Juan Carlos Sesma para crear CO2 Revolution. Su propio nombre lo indica. Revolución. Porque de eso se trata, de revolucionar el panorama de la reforestación. Con un solo dron y unas semillas inteligentes llamadas ‘iseed’, Juan Carlos y su equipo pueden realizar una reforestación masi- va en cuestión de horas. Como asegura Sesma, la rapidez en el trabajo es el objetivo: “Estamos ante un método eficiente para crear ecosistemas, a través de la creación en serie, como si de una fábrica de coches se tratara’’, dijo.