Colombia permanece militarizada
Los uniformados apoyan a la Policía para evitar desmanes. Paro inició el jueves,
Tres policías murieron ayer en un atentado con cilindros de gas cargados de explosivos contra una estación policial en Santander de Quilichao, que las autoridades atribuyeron a disidentes de las FARC que operan en ese municipio enclavado en una conflictiva zona del suroeste de Colombia.
El gobierno de Iván Duque respondió a la ola de violencia con el anuncio de despliegue de 2.500 militares de élite para combatir a las disidencias, señaladas entonces de los homicidios. El mandatario hizo un llamado al diálogo para buscar soluciones.
• El presidente de Colombia, Iván Duque, afirmó ayer que se mantendrá la presencia de soldados del Ejército en las calles de Bogotá en apoyo a la Policía debido a las protestas y desmanes ocurridos en los últimos días.
"Con el señor alcalde (de Bogotá, Enrique Peñalosa) mantenemos toda la coordinación minuciosa y tenemos además la continuación del patrullaje conjunto entre la Policía y el Ejército", afirmó Duque a periodistas después de una reunión con autoridades locales y la cúpula militar.
En dicho encuentro se analizaron medidas como la ley seca y el toque de queda en Bogotá, que fue levantado este sábado a las 06:00 (hora local) y con el que se buscaba retomar el control del orden público en toda la ciudad.
"Este patrullaje es necesario, pero además se hace para darle a los ciudadanos tranquilidad", afirmó.
Contra la violencia
Duque agregó que miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía continuarán "con el apoyo permanente" y rechazó la ola de violencia que se apoderó este viernes de varios barrios del sur de Bogotá.
"Expresamos el rechazo total y absoluto de todos los colombianos por el vandalismo, por el terrorismo, por el pillaje que algunos han querido perpetrar en el país para alterar el orden publico, generar zozobra y afectar las libertades de la ciudadanía", agregó.
De igual forma, desmintió la información que circuló anoche por redes sociales en la que se advertía de supuestos intentos
de robos a residencias en la capital, lo que hizo que vecinos de numerosos edificios se organizaran en grupos de defensa para proteger las propiedades.
Las protestas en Colombia se iniciaron el pasado jueves, cuando decenas de miles de personas coparon las calles del país para expresar su rechazo al Gobierno, jornada que terminó con algunos brotes de violencia y un espontáneo cacerolazo que se extendió por toda la capital y otras ciudades.
Esa jornada fue el preludio de una ola de violencia que se desató el viernes en el sur de la capital, donde encapuchados se enfrentaron con la Policía, que por la tarde dispersó con gas lacrimógeno dos cacerolazos contra el Gobierno en la céntrica Plaza de Bolívar y en el Monumento a Los Héroes.