FUERTE MENSAJE A DUQUE
Sin mayorías en el Congreso y un rechazo en alza que llega al 69% según encuestas, el presidente colombiano Iván Duque afrontó el jueves anterior la mayor protesta de su mandato.
Entre los organizadores del paro hubo sindicatos, colectivos de mujeres, el magisterio, campesinos, indígenas, jueces, artistas y la comunidad Lgtbi, entre otros.
A pesar de tener una Constitución considerada como “la más moderna de América Latina”, la gente común y corriente asegura que en el país siguen reinando el desgobierno, la pobreza, el desempleo, la violencia y la corrupción. Una situación, sin duda, que despierta el descontento. Luego se sumaron otras peticiones. Los indígenas, por ejemplo, exigieron protección ante el asesinato de 134 comuneros desde que asumió Duque, y los estudiantes, más recursos para la educación pública. Además, tendrá que revisarse ahora la política de Seguridad -enfocada en el narcotráfico- y Derechos Humanos, uno de los campos más sensibles en Colombia.
La firma del histórico acuerdo de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC marcó un hito clave, pero no el fin del camino. Lo pactado no ha estado exento de contratiempos. Y la violencia continúa y es la causa de que cada día sumen más los desplazados.
Como están las cosas, Duque tendrá que abrir frentes de diálogos con las organizaciones sociales, por una parte, con los partidos políticos, por otra, para tratar de ampliar la base de su Gobierno. El mensaje que manda la protesta, debe ayudar a un verdadero entendimiento con los sectores sociales.