Gran riesgo

Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional, manifestó que la economía mundial tendrá un comportamiento “marcadamente negativo” en 2020, como producto de la pandemia del coronavirus.

Sus afirmaciones son poco alentadoras: “El mundo está confrontando una crisis sin igual; el planeta podría dirigirse a una crisis hacia el peor descalabro económico desde la Gran Depresión de 1930”, enfatizó. “Los países emergentes y pobres, en África, Latinoamérica y parte de Asia enfrentan un gran riesgo y están peligrosamente expuestos a perturbaciones”.

Según el FMI, 170 países de sus 189 miembros registrarán una contracción de su ingreso per cápita este año, ya que, a más de luchar contra el virus, algunos se ven abocados a “enfrentar la carga de una deuda insostenible”, y requieren ayuda urgentemente.

Frente a este panorama desesperanzador, lo mínimo que se pide es conciencia de la situación que se está viviendo y amplia solidaridad, tanto al interior como al exterior de los países. No es hora de dar rienda suelta a la demagogia a que están acostumbrados políticos y politiqueros, tampoco de buscar chivos expiatorios ni querer pescar a río revuelto.

Se ha llegado a un estado de intensa preocupación e incertidumbre, en que los rumores malintencionados o las noticias falsas que abundan en las redes sociales lo único que hacen es echar leña al fuego. Se insiste en la urgencia de contribuir para que, en la atmósfera de por sí repleta de tensiones, rebaje la carga explosiva que sectores plenamente identificados pretenden volverla caótica.